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Vacuna china CanSinoBIO será aplicada a población adulta del estado

Hay controversias por la reacción del fármaco de CanSino que el gobierno federal eligió para vacunar a la población

Así reacciona el organismo al recibir la CanSinoBIO: Mi testimonio como voluntario al vacunarme en fase III experimental

Recientemente el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó que alrededor de diez mil brigadas estarán participando en el Plan Nacional de vacunación anti Covid, 120 mil personas entre servidores de la nación, médicos y militares, se desplazarán hacia las comunidades más alejadas del estado y del país, para iniciar con el eje dos de inmunización contra el Coronavirus, esta vez comenzando por la población adulta mayor de 60 años, que recibirá la vacuna creada en Beijín China, la CanSinoBIO.

Como todo lo que implica la pandemia, la elección de la vacuna de CanSino por parte del Gobierno Federal, ha también generado controversias y polemizado su eficacia, incitando en consecuencia a la desconfianza, ante los presuntos resultados y efectos negativos por la aplicación de la dosis, cuyas principales dudas se centran en la efectividad de la vacuna en pacientes adultos y obesos.

Pero qué contiene la vacuna recombinante contra el Coronavirus de Cansino. El Protocolo de la investigación iniciada y aplicada en China y secundado por investigadores de la Universidad de Dalhousie, Canadá y extendido a varios países entre ellos México, establece que se trata de un vector adenovirus tipo 5 (Ad5-nCoV) es decir, está integrada por una dosis controlada de un virus gripal común y un pequeño vector de Covid que provocarían que el organismo se adapte y sea inmune.

A decir de los investigadores, la CanSino Biologics es segura y precisan que los resultados obtenidos en el ensayo clínico aplicado a nivel internacional a más de 40 mil voluntarios mayores de 18 años, no genera contagios ni daños.

“Así reaccionó mi organismo
al recibir la vacuna de CanSinoBIO”.
Mi testimonio como voluntario
a una semana de participar en
la fase III experimental del fármaco.

Frío, temblor, estornudos, agitación, meneos, son la primera sensación que experimentamos los voluntarios que ese lunes 4 de enero llegamos hasta el Centro de Investigaciones Médicas de Aguascalientes CIMA. Aún no hemos sido vacunados y ya estamos tiritando, algunos de nerviosismo, otros porque fue un día particularmente gélido, no obstante de estar en tierra caliente.

Llegan desde familias enteras: la madre, el padre, los hijos, cuñados y nuera; otros nos hemos acercado individualmente. Hay gente de todas las edades, desde los muy jóvenes hasta ancianos, todos flanqueados por dos testigos que deberán certificar que, en su familiar candidato a la vacuna hay sensatez y que ha elegido libremente participar de un experimento que deberá salvar vidas pero, si los resultados son adversos serán también los primeros en pagar las consecuencias.

Los semblantes son de expectación y curiosidad,  ninguno asustado. Gente ataviada con filipina médica camina de aquí para allá. Los de recepción verifican los datos del participante y de sus testigos, invitan a acomodarse en las salas de espera donde hay aperitivos: ponche caliente –algo bautizado-  jugo de naranja, gelatina, pan, galletas, emparedados, frutas completan la colación.

Tomen a libertad lo que les apetezca –sugieren.

Ninguno se avoraza, al parecer la mayoría desayuno en casa. El cubre bocas tampoco facilita la hazaña. El refrigerio se repetiría después de la vacuna con bocados más completos, nos indica el personal de enfermería mientras un grupo de seis voluntarios en sillones reclinables escuchamos el tictac de la media hora más larga de nuestra vida, la de reacción inmediata después de haber recibido la vacuna.

Nos vigilan con cautela. Con disimulo observo a mis compañeros voluntarios no quiero perderme el momento si alguno entra en paranoia o le sale una bola en el brazo tamaño joroba. Ahora agitación, los dos varones encendieron las alarmas.  Nada grave, se les disparó la presión arterial. Los checan, el personal revisa los expedientes, no hay parámetros que indiquen riesgo. Curioso los varones del grupo estaban nerviosos, se les aconseja relajarse.

Yo opto por descansar -han pasado 10 minutos desde que recibí la vacuna- madrugué para viajar aquí cerquita, de Zacatecas hacia Aguascalientes con maleta en mano, cartilla de vacunación y hasta fe de bautizo –por aquello de las dudas.

No hice testamento ni me despedí de nadie, en gran parte me fui de incógnita, fue lo mejor. Mi abuela hipertensa no lo aprobaría. Desde mi llegada hay monitoreo constante de signos vitales, presión, corazón, niveles de oxigenación, un ponchecito, nada de café por favor  y un cuestionario médico tan escrupuloso que debía precisar hasta con quién baile el primer vals. Luego un video informativo y una sesión de preguntas y respuestas con el médico responsable del ensayo clínico.

Él aguanta todos los embates. Llueven preguntas, algunas triviales, otras hostiles y de parte de los más informados, los cuestionamientos más serios. El médico responde todo:

Así es, no hay una solución definitiva. En tema de Covid todo está por demostrarse, nadie tenemos la respuesta, las vacunas, las seis que se aprobaron en el mundo, de entre más de 120 que se crearon, son las que mejores resultados han demostrado, (pero) su efectividad no superará los doce meses –explicó el doctor Javier Gaytán Delgadillo, responsable del CIMA.

Cualquiera que tenga dudas o no este conforme con la información y procedimiento se puede retirar ahora o en cualquier momento del estudio. Hay que firmar un consentimiento que detalla el protocolo de la investigación.  Ahora mi nombre se convierte en número soy el paciente 520607XXXXX. Más tarde la vacuna que me apliquen saldrá del almacén con un código vinculado a mi registro.

Debo verificar su identidad -nos advierte la enfermera al grupo de seis, el primero de muchos que desfilarán durante el resto del día. Ya han pasado 5 horas desde que comenzó el ensayo clínico siguiendo el protocolo dictado.

MINUTO CERO, EL MOMENTO DECISIVO

Ya todo es silencio, han verificado nuestra identidad y signos vitales por enésima vez. La enfermera da indicaciones:

Todos descúbranse el brazo izquierdo, la manga no debe apretar el brazo porque el líquido puede salirse del organismo. 

Sugiere que la mejor opción es sacarse la manga o mejor aún la camisa completa. La turbación del momento no da lugar a la intimidación.  Ya huele a alcohol. El rechinido de las llantas del carrito que se aproxima con el fármaco y demás insumos, incrementa el nerviosismo. Me toca el turno 2 y prefiero no mirar la reacción del primero, no me quiero afectar.

Brazo izquierdo en ángulo apoyado en el brazo del sillón y relajado por favor sobre el abdomen, dedo anular derecho para checar oxigenación, otra vez presión arterial, parámetros normales, relájese en 3, 2, 1… listo. -Apenas se sintió el pinchazo.

Me quedo con el brazo encogido mientras algo tibio recorre mi brazo de arriba hacia abajo, luego se siente en la mano, un par de minutos y se posa en el muslo.  El organismo detecta algo, es la molécula que me inyectaron o mi nerviosismo, La enfermera ya está con el penúltimo paciente del grupo de seis. De repente percibo movimiento de leve reflejo en costillas, luego en costados. No, no estoy convulsionando es el clima frío en la sala que ya estará como en 8 grados y contando.

Minuto 5 –de los 30 de observación obligatoria post vacuna- por fin el alivio. Respiro profundo, ninguna novedad, no hay dolor. Minuto 10 las sensaciones todas desaparecen. Minuto 21 mis bíceps parecen haber sido  arañados por un gato, llamo a la enfermera y comienza la hazaña: signos vitales, niveles, etc. etc.   Frente a mí el triángulo en amarillo como luz intermitente con la leyenda RPBI (Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos) no me ayuda en este momento. Me presiona y alerta.

Ahora me sonrojo, reparo en que mi chalina -que mantuve cerquita- me marcó el brazo. Nos dan luz verde para abandonar la sala, con la sugerencia de no irnos sin otro refrigerio, evitar bebidas embriagantes por una semana, relaciones sexuales con fines de procreación prohibidas. Se nos entrega una copia del consentimiento, del protocolo, detalles técnicos, un termómetro digital para medición de temperatura dos veces por día que se deberá reportar al CIMA.

Anexan una tarjeta de presentación del médico para comunicación inmediata en caso de algún síntoma extraño que no deberá pasar de una gripe común con algo de fiebre (menos de 37.5), dolor muscular, cansancio, dolor de cabeza; pero 144 horas después equivalentes a seis días con sus noches, no he presentado ningún síntoma.  De regreso a Zacatecas pude conducir, dormí como bebé y cumplí todas las indicaciones.

Se nos ha proporcionado una lista de hospitales con los que tiene convenio el Centro de Investigación Médica, para acudir en caso de cualquier reacción, que de presentarse dará lugar a que se destape nuestro registro para analizar los detalles de nuestro estado de salud. En caso de contagio de Covid se nos daría atención gratuita en el Centro Médico Cardiológico de Aguascalientes y se nos asignaría un médico nefrólogo de cabecera por paciente.

Una vez concluido el ensayo clínico –la Cofepris determinará el tiempo que sea necesario antes de liberar la vacuna- todos los registros se abrirán para evidenciar el doble ciego, es decir quien recibió vacuna y quién placebo.

Se nos ha informado por parte del médico responsable que sentir o no los síntomas después de recibir la dosis, no determina si alguien fue efectivamente vacunado o recibió placebo, porque hay también pacientes que son asintomáticos a las reacciones secundarias –gripales- de la vacuna. Quienes hayan recibido placebo serán vacunados y las conclusiones de la investigación darán lugar a nuevas posibilidades de salud para la población de México y del mundo.

Irene Escobedo López