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Textos Nerudianos

Preguntar al amor es cosa rara, es preguntar cerezas al cerezo. Neruda

Amparo Berumen

Pablo Neruda es considerado por muchos como el poeta más entrañable y popular de América; el más famoso del siglo XX; el poeta con virtudes de creador que llegó a ser identificado como “el autor del Canto General”, obra tempestuosa y a veces desbordada que ensalza la tierra de América.

Su figura recorredora de las extensiones del mundo y de las comarcas subterráneas del Y en el atardecer de su vida se escucha al cantor amante de sus raíces: “He adquirido el derecho de retirarme a mis cuarteles de invierno. Pero yo no tengo cuarteles de invierno, sólo tengo cuarteles de primavera (…) Pueblo mío, ¿verdad que en primavera suena mi nombre en tus oídos y tú me reconoces como si fuera un río que pasa por tu Este hombre que viajó por dentro del hombre y viajó por todos los continentes, se incorporó muy nerudianamente a la revolución estética de las primeras décadas del siglo XX.

Trasponiendo fronteras, escribió con tinta revolucionaria grandes relatos. Ante los cuestionamientos de algunos conciudadanos en cuanto a que Neruda no había sido un comunista convencido, el presidente de la Sociedad de Escritores de Chile dijo: “Yo creo que Neruda es un poeta comunista, pero no pertenece al Partido Comunista. Es un poeta de izquierda pero no pertenece a la izquierda.

Un espíritu como el de Neruda, una personalidad de ese calibre, escribe para toda la humanidad”. Pablo Neruda fue ilustre por su poesía y sus textos, y por su refinado gastrosofismo. Fue gozador de aromas, sabores y texturas de la tierra, del mar, de los aires. Sibarita de todas las civilizaciones y los conocimientos. Un libro sobre gastronomía húngara pensamiento, prevalece incólume.

Porque su nombre ha llegado a ser símbolo del poeta con su aura romántica y social. Creador que habla en lenguas populares, más que proféticas. Neruda americanista, anunciador del continente de la esperanza que en su poesía avizoraba para el hombre un destino más venturoso. Leamos la letra vigorosa del Canto General que se llama canto de todos:

…más abajo, en el oro de la geología, como una espada envuelta en meteoros, hundí la mano turbulenta y dulce en lo más genital de lo terrestre.

Este hombre que viajó por dentro del hombre y viajó por todos los continentes, se incorporó muy nerudianamente a la revolución estética de las primeras décadas del siglo XX. Trasponiendo fronteras, escribió con tinta revolucionaria grandes relatos. Ante los cuestionamientos de algunos conciudadanos en cuanto a que Neruda no había sido un comunista convencido, el presidente de la Sociedad de Escritores de Chile dijo: “Yo creo que Neruda es un poeta comunista, pero no pertenece al Partido Comunista.

Es un poeta de izquierda pero no pertenece a la izquierda. Un espíritu como el de Neruda, una personalidad de ese calibre, escribe para toda la humanidad”. Pablo Neruda fue ilustre por su poesía y sus textos, y por su refinado gastrosofismo. Fue gozador de aromas, sabores y texturas de la tierra, del mar, de los aires. Sibarita de todas las civilizaciones y los conocimientos.

Un libro sobre gastronomía húngara le fue encargado con buena inteligencia por el gobierno de ese país al poeta chileno, y al también Premio Nobel guatemalteco, Miguel Ángel Asturias. Ambos se compadreaban y se distinguían por su buen diente. Con júbilo denominaron su volumen, Comiendo en Hungría, como un monumento al “exaltate, jubilate” de las papilas felices.

En esta obra Neruda manifiesta su amor por la comida y el buen vino; de los vinos húngaros escribe: “Yo levanto la copa grande, la copa de los siglos, la lleno con el sol de Hungría y bebo el vino resplandeciente…

La copa brilló al levantarla, contuvo el sabor soleado, la luz del día, contuvo el vino oscuro y poderoso, el secreto de la noche estrellada”. Neruda hablaba de sus amigos como “personas personales/ con lo que amaban y lo que comían,/ cada uno diverso, replegado en su silencio o en su intensidad”. Afectuoso y disfrutador, esparció en los rincones del universo su poesía romántica:

Eres toda de espumas delgadas y ligeras y te cruzan los besos y te riegan los días. Mi gesto, mi ansiedad cuelgan de tu mirada. Vaso de resonancias y de estrellas cautivas. Estoy cansado, todas las hojas caen, mueren. Caen, mueren los pájaros. Caen, mueren las vidas. Cansando, estoy cansando. Ven, anhélame, víbrame. Oh, mi pobre ilusión, mi guirnalda encendida! Sumérgeme en tu nido de vértigo y caricia. Anhélame, retiéneme.

Y en el atardecer de su vida se escucha al cantor amante de sus raíces: “He adquirido el derecho de retirarme a mis cuarteles de invierno. Pero yo no tengo cuarteles de invierno, sólo tengo cuarteles de primavera (…) Pueblo mío, ¿verdad que en primavera suena mi nombre en tus oídos y tú me reconoces como si fuera un río que pasa por tu puerta?”. En el ranking de los célebres de su época se le unge con Picasso y Chaplin. Habitó el mundo de la poesía homenajeando al Hombre y a la Naturaleza. En la obra de Pablo Neruda se perpetúan experiencias y acontecimientos. Los cuarenta y siete libros que dejó para la posteridad lo testimonian… CONTINÚA