¿Renovar la izquierda? Hablamos de política. De la izquierda ideológica
Raymundo Carrillo
La Izquierda en México, desde hace muchos años, si no es que, desde su adopción como tal en el país, ha sido una gama de agrupaciones con diferentes puntos de vista cada una; difícilmente han tenido unidad; la única fecha de unidad homogénea, fue en 1987, previo a elegir a Cuauhtémoc Cárdenas para la campaña presidencial 1988, la cual terminó en fraude dirigido por el entonces secretario de gobernación Manuel Bartlett hoy director general de la CFE de la 4t.
Antes de esto, la Izquierda en México nunca ensambló en los momentos históricos del país, no coincidió con las necesidades de la fuerza poblacional en cada época en que ésta se manifestaba. Para 1884 llegó a México por primera vez “El Capital” obra filosófica de Carlos Marx.
En ella, exponía las formas y fondos en los que obraba la clase dueña del dinero sobre la clase dueña de la fuerza laboral. Esta obra llegó a México, cuando el 80% aproximado era analfabeta; la guerra de Reforma y la invasión francesa tenían pocos decenios de haberse librado; el porfirismo en su etapa joven. }La obra la recogen obreros del país, grupo laboral muy minoritario, disidente del régimen; si bien, sienta la ideología para una lucha política por mejores condiciones de trabajo, únicamente le reconoce el anarquismo, otra minoría poblacional; los hermanos Flores Magón destacan, era la etapa de madurez y término del porfirismo; avalados más por el movimiento antirreeleccionista nacional, antes que por el movimiento internacional obrero y campesino.
Los primeros fundadores organizados con un estructuralismo que no eran estructura sólida, serían extranjeros, la continuidad siempre tuvo extranjeros en esas fechas fundacionales; fueron en buena medida incluso, estadounidenses que se refugiaban en México para no ir a la 1ra Guerra Mundial; entonces el obrerismo ya crecía en el país y era fuente de la reflexión de ese ideal por mejoras al poblador desposeído o clase trabajadora.
El campesinado en mayoría, luchaba contra el maltrato de las Haciendas y se embargaba en la lucha armada que fue la Revolución Mexicana; enseguida se concentró en la lucha política por la tenencia y propiedad de la tierra. La izquierda se desarrolla entre clandestinidades y lapsos de legalidad política en la post-Revolución Mexicana. En la etapa institucionalista, ese idea se asentó primordialmente, en las Universidades públicas y Normales Rurales; entre la clase obrera y el creciente estrato de población con indistintas formas de ingreso.
Pero, la teoría ya estaba desordenada, trasmutada, considerada idealismo extranjero y por lo tanto descalificado, se le recalcaron las peores expresiones de su interpretación lingüística y frases como: “las armas eran la única vía para el cambio” o que: “había que ser ateo y descreído para ser de Izquierda”, imperaron hasta finales del siglo XX en el país. Lo cierto es que, Carlos Marx desde la primera reunión socialista internacional, ya había renunciado a que fueran las armas el instrumento de cambio y esbozó las primeras ideas de la social democracia con instrumentos de política para los cambios sociales y económicos.
Al día de hoy, los países más avanzados social y económicamente, son social-demócratas o demócratas-sociales. Todo lo anterior, es historia, para saber qué es y ha sido, la Izquierda en México, no es para defender o promover a nadie ni a nada, mucho menos en especial por algo o alguien.
La concepción de “izquierda” surge en Francia, cuando al término de las pocas fechas de lucha armada, los primeros diputados que representaban a la plebe, al pueblo, a los sin propiedad, se sentaban a la izquierda del congreso y a la derecha los representantes de los nobles, los aristócratas y ricos. Hoy, en el país, la Izquierda ha vuelto a fragmentarse, merece una autocrítica. Amerita la Izquierda en nuestro país renovarse.
La Izquierda en el país, no es quien hoy gobierna. Nos gobierna el Populismo; el Populismo no es una expresión de Izquierda, ni mutualista. El Populismo es un régimen dictatorial, militarista, oligarca, y, en México, es saqueador sin transparencia, con mucha violencia delincuencial e impunidad y ya provoca peleas entre los poderes de la Unión Nacional. La izquierda ha de renovarse por el mérito de sus luchadores, no nada más por la edad de éstos.
En la Izquierda caben religiosos, militares y civiles de toda índole con modo honesto de vida. Han de ser demócratas, libertarios, progresistas. La Izquierda ha de renovarse y eso, es volver a empezar, pero, finalmente programas como el de pensiones y becas, que salieron del PRD, permiten una base que no se tuvo muchos años y, ahora, es buena medida para resistir una lucha pacífica y política.
Una muestra actual es la lucha que los pacientes no pueden por múltiples necesidades encabezar ante el fraude, robos y faltantes en el servicio populista de Salud Pública. Han tenido que ser los mismos trabajadores de salud quienes, por humanismo mutualista, reclaman cansados de tanto abuso a sus gobiernos, porque hay falta de medicamentos; falta mantenimiento de laboratorios y aparatos médicos; falta algodón, gasas, jabones y otros insumos para atender a su población; nuestra población. Apoyo pleno a los Trabajadores de Salud Pública.