Reducción de jornada laboral, otra propuesta a modo
Por Irene Escobedo
Se alargaron los tiempos para la discusión, aprobación y posible entrada en vigor de la reducción de la jornada laboral en México. La tan ansiada iniciativa que la presidenta Sheinbaum ha presentado para su aprobación, no será discutida sino hasta mayo de 2026 y contempla su entrada en vigor -en todo caso- hasta 2027.
La propuesta está muy lejos de ser la aspiración que los trabajadores están necesitando. Deja fuera la posibilidad de dos días de descanso y plantea jornadas de 46 horas semanales a partir de 2027, luego una disminución gradual de 2 horas por semana por año, hasta llegar a 40 horas por semana en 2030.
Tiempo de calidad es el término que no se ha utilizado en la propuesta de la presidenta y que ha desilusionado a la mayoría.
No solo hay mucho tiempo de espera, casi un año para que el sector patronal “se acomode” a los cambios. Aún así, nadie tendrá dos días de descanso a disposición si la iniciativa pasa como va planteada.
Trabajadores con 20, 30 y hasta 40 años de servicio que hoy son adultos mayores en proceso de jubilación o a punto de pensionarse, no verán reflejado el beneficio durante su vida laboral y prácticamente será un beneficio para las nuevas generaciones, principalmente aquellas que cotizan o se han integrado a la productividad a partir de 1997.
El tema se mantendrá en debate, aunque las expectativas son pobres, respecto al objetivo primario: la reducción (efectiva) de la jornada laboral.
La generación que de aquí a 2030 está a punto de salir del mercado laboral tendrá que irse con las manos vacías. No conocerán lo que es disfrutar el tiempo en familia, el uso del tiempo libre de calidad, seguirán adelante a marchas forzadas con encima la fatiga física emocional y hasta moral.
Basta ver los niveles de productividad que registra el país para darse cuenta que y no se tiene el rendimiento. Con jornadas largas los trabajadores no dan para más. Somos uno de los países menos productivos dentro de la OCDE aún siendo uno de los países donde más horas se trabaja.
Sin reducción de jornada laboral habrá que seguirle cansados desgastados y enfermos.