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¡PUEDE SER MEJOR!

Raymundo Carrillo

Con el deseo y casi una seguridad de que, la división que se ha causado entre los mexicanos de ciertas clases económicas y sociales no sea más allá de la comprensión de las cosas políticas, no deja de hacerse presente el hecho de que no hay unidad. La invisible línea divisoria de la mexicanidad tiene la confianza de que, solo se refleje en las urnas electorales, aunque, ya empieza a flotar la misma idea de franja separante, en las ideas de: “México del sur y México del norte”.

La provocación no ha venido sino desde el Ejecutivo federal ante las políticas públicas que se han venido ejerciendo. De tales políticas públicas hay algunas que hay que distinguir como buenas, las hay malas y hay las que deben de ser temporales y están a prueba. Entre las buenas está primordialmente la de la pensión de adultos mayores la cual, es universal sin importar condición previa de los beneficiados y, así quedó reflejada en la Constitución Mexicana; puede haber quienes digan que hay adultos mayores que no la necesitan, que hay adultos mayores que tienen pensiones excelentes e incluso de otros países pero, sería un trabajo a realizar ese Con seis meses de anticipación, y disfrazado de nominación de Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación, arrancó en Morena el proceso interno para determinar quién será la candidata, o candidato a la Presidencia de la República que estará en las boletas en la elección de 2024.

Primero, diremos que no es un proceso democrático, porque se ha limitado sólo a cuatro integrantes del Movimiento, más uno por cada uno de los aliados, que son PT y Verde, y ya se presentó por lo menos una inconformidad.

No hay equidad de género. Los aspirantes designados serán sometidos al método de encuestas, del que saldrá ungida la persona que más adelante se convertirá en candidata, en un método que, para “amarrarlos”, ofrece premios para todos, como en la tómbola, porque quien obtenga mayores simpatías será candidato a la Presidencia; el segundo lugar, será Coordinador de los Senadores de Morena; saber, si se hubiera hecho con esmero y mediante un Instituto dedicado a llevar pulcramente condiciones, situaciones y padrones poblacionales adecuados a las medidas necesarias, en casos de entregas en efectivo por parte del gobierno y no, como ya sucedió, venido de un decreto unilateral y sin más visión que cumplir una promesa de campaña; finalmente es universal y eso, es importante y habla de igualdad social.

Hay otras como el asunto de los estudiantes que reciben dinero, ahora sin el intermedio de los padres, jóvenes no todos con mayoría de edad; derrama que se observa en comentarios diversos no haber unidad en verlo bien, aunque tampoco mal. La falta de una economía sólida y autosustentable en las familias, en muchas, hace preferible el silencio tolerante sin importar el extremo.

La militarización del país, la cual, debiendo ser temporal ya ha ubicado a los militares en tareas civiles donde no saldrán porque son actividades que tienden a ser cotidianas y permanentes. La militarización, siendo aceptada con gusto poblacional en algunos lugares, en otros es innecesaria pero, forma parte de la nueva ubicación y tareas marciales; en todo caso no deja de alertar sobre la pérel tercer lugar será Coordinador de los Diputados y el cuarto lugar formará parte del gabinete.

En esa virtud, ya se han registrado Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña. Para no parecer que se están realizando actos anticipados de precampaña, al proceso se le ha puesto el disfraz de convocatoria para designar al Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación, ¡pero cuidado!.

Este proceso, a mi manera de ver, presenta diversos riesgos: 1. Los aspirantes pueden incurrir en actos anticipados de precampaña, que son las expresiones que se realicen bajo cualquier modalidad y en cualquier momento durante el lapso que va desde el inicio del proceso electoral hasta antes del plazo legal para el inicio de las precampañas, que contengan llamados expresos al voto en contra o a favor de una precandidatura, y la legislación electoral precisa que estos actos inician en la tercera semana de Diciembre, de manedida posible de civilismo, ya que el militar es para la guerra; también significa un riesgo inminente para las libertades democráticas, porque mientras el civismo ciudadano reconoce distintos rangos de autoridades, económicas, de propiedad, de educación, de credos, etcétera; la militar solo reconoce la letal de las armas y el rigor marcial.

Es cierto que, en México, hay miles o millones de familias que se han adaptado por decenios, a las condiciones que son ajenas a su voluntad, nuestro suelo patrio es así de bondadoso y generoso; claro que, cuando se vienen las olas de frío intenso, tal como ahora la inusitada ola atípica de calor, las reacciones se radicalizan, la necesidad despierta; cambian y se agudizan criterios e ideas.

Hay una población que puede cambiar las cosas, puede mejorarlas en cuanto a la decisión más atinada para cambiar a bien; es la población aquella que no va a votar en las elecciones ciudadanas del país, es la población aquella que en buena medida y con la Paz en la mano, ganó al gobierno cuando el gobierno quiso acabar con el INE.

Esa actuación civico-ciudadana ha, sido un principio, muy grande y valioso: universal. Principio nutrido, basto, cargado de un valor fundamental: valentía por participar socialmente. Está en las iglesias (no en todas), en las asociaciones y sociedades civiles, en los individuos conscientes de una realidad colectiva, la cual si existe. Las políticas públicas que crean ensueños no son iguales a las que construyen sueños, distan en diferentes detalles. La participación ciudadana en el país se ha transformado por si misma permitiendo la libertad de no participar también. entonces esa misma libertad podrá activarse nuevamente; no es pregunta, es necesidad.

Por falta de ese grupo social que no se activa, no mejora la realidad donde aún estamos y, que, todavía no está peor. La mayoría decide, en nuestro país incluso la mayoría que no es mayoría o la mayoría que no participa siendo mayoría, forman parte de la decisión, por omisión o por comisión; ojalá intervengan, es muy complicado como en el Estado de México, de cada diez personas que pueden decidir, 5 no participan y de esas cinco, 3, entre los diez, son los que dicen que ha de pasar.

Por eso en México las cuentas siguen saliendo mal y las políticas públicas siguen siendo fallidas como sus gobiernos. En México, hoy, el equilibrio lo establecen las estadísticas, percepciones y mediciones de aceptación; en lugar de las elecciones ciudadanas. ¡claro que no debe de ser así!