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Periodistas desprotegidos ante violencia e impunidad

Irene Escobedo López

En los últimos tres años, 44 comunicadores han sido asesinados, lo que equivale al 10.6 por ciento del total de periodistas víctimas de homicidio desde 1860

La praxis: abuso de poder; solo 3 por ciento es responsabilidad del crimen organizado, del 22% de los casos no se sabe nada de los autores de los ataques, revelan informes internacionales

Ataques, agresiones, campañas de difamación, desaparecidos, es el escenario que posiciona a México como líder del ranking mundial de atentados contra periodistas. En lo que va del 2022, siete comunicadores han sido asesinados: Lourdes Maldonado, José Luis Gamboa, Margarito Martínez, Roberto Toledo, Heber López, Ernesto Isaías Flores y Juan Carlos Muñiz y durante los últimos tres años, 44 comunicadores han sido víctimas de homicidio.

La Geografía de los ataques implica en menos de dos años y por segunda vez a Zacatecas. En el estado dos reporteros han sido blanco de la violencia: Juan Carlos Muñiz Ledesma, asesinado el pasado 4 de marzo en Fresnillo y Jaime Daniel Castaño Zacarías, asesinado el 9 de diciembre de 2020 en Jerez. Otras entidades donde la inseguridad ha asechado continuamente al gremio de comunicadores son Michoacán, Veracruz, Baja California, Sonora y Oaxaca, aunque el entero país registra denuncias de abusos o agresiones.

El periodismo es un espacio cada vez más peligroso para el ejercicio de la profesión, los riesgos a los que están expuestos los comunicadores han cobrado la vida de periodistas desde antes de 1900 cuando 10 periodistas fueron asesinados.  El primer asesinato de un periodista registrado en el país ocurrió en 1860 con el homicidio de Vicente Segura Arguelles del diario Avisos de México, le quitaron la vida un 25 de diciembre.

Posteriormente, con la llegada del nuevo siglo, 46 comunicadores fueron asesinados hasta 1956, De 1959 a 2013, no se conoció nunca el paradero de 252 periodistas, no hay rastro ni registro alguno que aporte evidencias sobre el destino de los comunicadores, de entre ellos, solo se confirmó el asesinato de Jesús Godoy Mena de El Correo de Iguala, en 1985.

Más tarde de 2013 a 2017 fueron asesinados 63 periodistas más y en los últimos tres años, 44 comunicadores han perdido la vida en atentados violentos, lo que equivale al 10.6 por ciento del total de periodistas asesinados desde 1860.

Tal como lo revela la historia, la violencia contra los periodistas implica no solo muerte sino desapariciones, amenazas, intimidación y molestias. La red e internet no son la excepción: por cada tres agresiones vía online o mensajes de texto, uno es para periodistas. Este modus operandi comprende: campañas difamatorias, mensajes amenazantes, ataques cibernéticos y tentativas de acceso a equipos de cómputo y telefonía.

Respecto a las agresiones físicas, tan solo durante el primer semestre del año pasado en Ciudad de México se registraron 64 agresiones contra comunicadores: 23 en Tamaulipas y 23 en Quintana Roo, Puebla 22 y Baja California 19. Los datos emergen de la organización internacional Artículo 19, fundada en 1987 y que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información.

De las autoridades mexicanas poco se concluye sobre el móvil de cada vida perdida dentro del periodismo. Para Artículo 19, la principal acusación sobre la violencia ejercida contra los periodistas es, hacia la política; solo 3 por ciento es responsabilidad del crimen organizado, explico Leopoldo Maldonado, director de la ONG, la cual en sus informes concluye también que en el 22% de los casos no se sabe nada de los autores de los ataques.

A nivel Internacional no hay medias palabras sobre las causas de los ataques a periodistas en México. En el mundo no solo Artículo 19, el Parlamento Europeo, la Cadena Alemana DW y encabezados de los más importantes diarios han lamentado y condenado el peligro al que se exponen los periodistas en este país a causa del ejercicio de la profesión.

Desde afuera los encabezados de los más importantes medios de comunicación, asì como reportes de organizaciones no gubernamentales como Artículo 19 y los diputados del Parlamento Europeo enfocan que la praxis de la violencia a periodistas, es el abuso de poder y la corrupción por parte de las autoridades y la falta de estrategias serias que garanticen la seguridad y protección para el gremio, pero en México desde Palacio Nacional se han calificado como “acusaciones sin fundamentos”.

La tarde del jueves, el propio presidente López Obrador replico durante la mañanera y más tarde emitió un comunicado dirigido al Parlamento Europeo donde pidió a los eurodiputados “dejar atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones” y agregó “ustedes no son el gobierno mundial”.

El presidente de México recomendó a los representantes de los países de la Unión Europea: “para la próxima infórmense y lean bien”, les dijo que el Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, “cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice”.

El texto, considerado más como una embestida que una respuesta diplomática a los legisladores europeos, y donde AMLO destaca que goza de la aceptación popular, fue dictado de propia voz del mandatario, al vocero de la presidencia Jesús Ramírez Cuevas quien tomo nota del comunicado ‘coloquial’, esto durante una gira de trabajo por Chiapas.

En la red mientras tanto, aparecieron una serie de publicaciones (memes) que expusieron el inadecuado tono del comunicado del Gobierno de México al Parlamento Europeo con frases como: “Escribir cuando estás enojado, no es buena idea”; “Lo bueno que somos diplomático”; “Al estilo de tercero de primaria”; “Mostrando el músculo político”; «<<Mami Niu>> siempre protagonista” o “Ni a Margara Francisca se le habría ocurrido”.

Todo esto mientras la población reclama mejores estrategias contra la violencia y en tiempos donde la percepción sobre la inseguridad crece, la población cada vez tiene más temor, el gremio de periodistas se manifiesta en las ciudades, en la capital del país; las mujeres marchan contra la violencia, los desplazados piden ayuda al gobierno que no tiene oídos para ellos y las víctimas de homicidio son cientos todos los días y no son solo periodistas.