México entre los 11 países con alto riesgo de tortura
Por Irene Escobedo
Así lo establece el Índice Global de la Tortura, un esfuerzo conjunto de 200 organizaciones a nivel mundial
La persistencia de la tortura como herramienta de investigación y el trauma infligido a las familias de desaparecidos son los factores clave que colocan a México en esta posición crítica.
Detenido en 2002 por la Policía Estatal de Tlaxcala, y acusado de secuestro, Osvaldo fue sometido a ahogamiento simulado y electrocutado hasta que confesó (falsamente) pertenecer a una banda de narcotraficantes. Osvaldo era inocente de este delito. La policía también persiguió a su familia”.
Este testimonio forma parte de la iniciativa “Voces por la dignidad humana” que promueve el Consorcio Unidos por la Tortura (CCT), una de las 200 organizaciones que forman la coalición denominada Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), que este jueves presentó los resultados de su más reciente evaluación a propósito del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura
Delante de una realidad en la que prevalece el mutismo como característica principal del fenómeno de la tortura, casos como el de Osvaldo cobran relevancia, permiten como en este caso, lograr la absolución de presos inocentes (Osvaldo fue liberado después de 15 años de prisión injusta) y medir el impacto y recurrencia de la tortura en el mundo.
La de Osvaldo es todavía una de las pocas voces que se oyen alertando de violencia por tortura. La mayoría de las víctimas no son escuchadas y las instituciones no cuentan con estadísticas específicas.
Con una investigación basada en testimonios y el trabajo de 200 organizaciones la OMCT logró establecer el Indice Global de Tortura (ING) que refleja los parámetros de riesgo de tortura a nivel mundial y destaca el nivel en que los países hacen uso de esta práctica.
Para la integración de resultados, la OMCT considera como acto de tortura aquella ejercida como método de investigación, confesión y fabricación de culpables, pero también advierte que el drama que priva entre familiares de personas desaparecidas otra forma de tortura.
De acuerdo con el resultado del IGT, México es una de las once naciones en el mundo y una de las tres en América latina, con “alto riesgo” de tortura.
En el contexto continental, México destaca como un país con alto riesgo por tortura junto a Honduras y Colombia. En el plano internacional aparecen también otros países como India, Pakistán o Turquía.
Los pilares temáticos en los que se apoyan las ONG para evaluar si existe riesgo de tortura en un país, son el nivel de compromiso político contra la tortura, las acciones para poner fin a la brutalidad policial y violencia institucional, la incidencia de detenciones ilegítimas en cárceles sobre la base de la tortura, las acciones gubernamentales para poner fin a la impunidad y otras encaminadas a proteger los derechos de las víctimas y el derecho a la defensa.
La ONG ha destacado también como parámetro importante, el daño permanente en las víctimas como lesiones, trauma, ansiedad o depresión.
La posición que México ocupa, está a solo un paso de ser considerada como de muy alto riesgo de tortura, donde solo se ubican tres naciones la Federación Rusa, Libia y Etiopía.
En un apartado la organización destaca los esfuerzos que el gobierno de México ha realizado en favor de la justicia hacia las víctimas aunque considera que es importante reconocer públicamente el problema.
Al respecto la organización de las Naciones Unidas ha emitido también su postura. La oficina en México del alto comisionado para las Naciones Unidas por los derechos humanos ONU- DH hizo este jueves también un llamado a las autoridades judiciales para asumir un mayor compromiso, erradicar la tortura y dignificar a las víctimas.
Por su parte Amnistía internacional ha considerado que la tortura sigue siendo un fenómeno sistemático en México, ante el que no existen medidas suficientes para prevenir y sancionar.