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IGLESIA UNIDA EN ORACIÓN POR LA PAZ Y LAS VICTIMAS DE VIOLENCIA

La violencia sigue latente, lo que ha cambiado es nuestra actitud frente a la realidad: Obispo

Irene Escobedo López

En el aniversario luctuoso de los jesuitas Javier y Joaquín asesinados en la sierra Tarahumara, la Diócesis de Zacatecas se unió en oración por los desaparecidos y víctimas de violencia. Con repique de campanas desde Catedral y con una celebración Eucarística que reunió a familiares de desaparecidos, Monseñor Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de Zacatecas, advirtió que la violencia sigue latente e hizo un llamado por la paz.

En las Catedrales de todo el país, familiares de desaparecidos acudieron al llamado de los Obispos de México para unirse en oración. Las familias portaron pancartas y fotografías de las víctimas. Zacatecas fue la excepción, aquí no hubo fotografías. los rostros de hombres y mujeres de diferentes ciudades y condiciones sociales a quienes se les ha arrebatado la vida, esta vez permanecieron en el anonimato.

Una posible respuesta al temor. Monseñor Noriega Barceló justificaría que fue un gesto de las familias para no revivir ‘la situación negativa’, prefieren mejor guardarlo y celebrar en silencio, explicó para más adelante aseverar al respecto ante la prensa que la violencia está latente y lo único que ha cambiado ante esta realidad es nuestra actitud «no se pueden engañar, hemos aprendido a vivir de otra forma, sigue habiendo lugares poco más peligrosos, sigue habiendo desconfianza”.

Y abundó “antes nos paralizábamos, ahora sabemos cómo es (la violencia) cómo entrar en contacto con esta realidad y también cómo entrar en contacto con esta gente (generadores de violencia) y no me refiero a pactos ni nada de eso, sino a hacer que te respeten y se respeten los demás”. Durante la homilía de la misa por la paz, en concordancia con el día del padre, Monseñor habló a los padres de la importancia de la escuela del amor, de ser generadores de vida, pero a la vez reconoció que en el siglo XXI la paternidad es una misión que tiene otros retos y dificultades: “generar vida en el primer instante es fácil, pero generar vida todos los días, preservar la vida de los hijos hoy, es un enorme desafío” Monseñor externó un mensaje de solidaridad con los familiares de desaparecidos, pero también sentenció que la muerte violenta es la injusticia más grande que puede existir y reflexionó: “al arrebatar la vida no solamente se mata a la persona, lentamente a una familia se le mata también, se mata la paz, se mata la esperanza”.

En conjunción con los obispos de México, el prelado hizo especial hincapié en mirar hacia la otra cara de la muerte generada por la violencia: «muchos papás han quedado ahí, en manos de hijos que generan muerte”, por lo que la invitación de la Iglesia este domingo fue a no perder la memoria “deben estar presentes en nuestra memoria (las victimas) para seguir pidiendo justicia, pero también para seguir promoviendo la paz”.

Desde la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción en el centro histórico de Zacatecas, con no muchos asistentes, la oración fue por las víctimas directas de la violencia, pero también por las víctimas indirectas, por los que han muerto, por los que han encontrado su cuerpo, “pero también muchos, pero muchos muertos a quienes conocemos pero que desconocemos dónde quedaron”, expresó el Obispo. Monseñor hizo también un llamado a las familias, no se requiere tener un hábito ni pertenecer a un grupo o algún partido movimiento todos podemos contribuir a que el mal disminuya.

Un momento sublime posterior a la misa fue cuando la Catedral entera entonó las mañanitas para los papás en su día, con el acompañamiento al acordeón de Monseñor Noriega Barceló que integró para la ocasión un grupo musico coral de sacerdotes, monaguillos y laicos para amenizar con tres canciones el final de la celebración.

La catedral se cimbró cuando en una especie de catarsis los asistentes corearon Cielito Lindo, el himno informal de México, emblema de patriotismo y sentimiento nacional, pero también esta vez, como manifestación de esperanza ante el dolor. Es importante resaltar que la Iglesia católica en México fue convocada a realizar diferentes acciones eucarísticas, repique de campanas, oraciones y cantos para exigir justicia por los desaparecidos y las víctimas de violencia, pero también para acrecentar el compromiso de los cristianos para construir la paz, el buen convivir como responsabilidad de todos.

Por otro lado, y atendiendo el llamado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en memoria de las víctimas de la violencia y de los dos sacerdotes jesuitas asesinados en el interior de la iglesia de Cerocahui en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, en la Diócesis de Zacatecas hubo repique de campanas a las tres de la tarde del 20 de junio.

Desde la torre norte de la Catedral Basílica de Zacatecas, las campanas comenzaron a sonar, la alegoría fue un llamado a la paz, a despertar la conciencia y tocar los corazones de quienes perpetúan la violencia y en memoria de las víctimas de la violencia en nuestro país, difundió al respecto la Diócesis de Zacatecas.

Oración por la paz

Señor Jesús tú eres nuestra Paz. Mira nuestra patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades que, como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén María reina de la paz ruega por nosotros (Diócesis de Zacatecas)