El presidente Andrés Manuel López Obrador convocó a una marcha para su celebración de cuatro años de gobierno, a la que llama la Cuarta Transformación; el recorrido dio inicio formalmente a las 9:16 horas, desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo, el cual demoró más de cinco horas en su trayecto de cuatro kilómetros.

Apenas avanzó unos minutos y de inmediato se topó con una muchedumbre que le impedía continuar, las calles aledañas al paso de la marcha estaban saturadas de camiones, peseros y vehículos, muchos de estos fueron utilizados para movilizar a buena cantidad de manifestantes, desatándose el desorden.

La falta de una valla de protección a la vanguardia de la marcha y el desorden en la integración de los contingentes, provocó tumultos y empujones que detuvieron el trayecto del mandatario.

El círculo que envolvía a López Obrador avanzó con lentitud a empujones, debido a la intensidad con que sus simpatizantes se acercaban para saludarlo, entregarle escritos o tomarse una foto.

Muchos manifestantes abandonaron el recorrido ante la lentitud y otros que esperaban en el Zócalo se retiraron antes del arribo del Presidente e incluso cuando daba su discurso.

Tras las horas de marcha, llegó el momento en que el mandatario arribó a la Plaza de la Constitución, con gran ánimo celebrando que a su paso hubiesen salido miles de simpatizantes, muchos de ellos jóvenes. «Hay relevo generacional», dijo.

Luego comenzó un recuento de su cuarto año de gestión y cuando cerraba su discurso lo calificó como «humanismo mexicano».