Gran Libro de la Lengua Huasteca
Amparo Berumen
México es uno de los dos países de América con mayor diversidad lingüística viva dentro de su territorio. Pese a ello, por distintas razones no puede decirse todavía que han quedado atrás las imprecisiones en relación al uso que se ha dado al concepto LENGUA. Ello deviene en alguna forma de aquella tesis surgida durante el virreinato, en relación a que una sola lengua se hablaba en nuestros pueblos.
Ha prevalecido también en nuestra cultura la política colonialista de que al existir en el territorio nacional 62 pueblos indígenas, se habla ese mismo número de lenguas aquí. A sesenta años de su libro La Filosofía Náhuatl Estudiada en sus Fuentes, Miguel León– Portilla dijo, no sin razón, que cuando una lengua muere, la humanidad empobrece.
Aquí es bueno señalar una vez más que en las políticas educativas del Estado Mexicano aplicadas a los pueblos indígenas, ha prevalecido la cómoda idea de homologar a todos los ciudadanos pese a la diversidad de sus lenguas. Esto sucede porque la educación indígena no ha sido nunca planeada.
No se rescata la oralidad, la raigambre, la comunidad como tal; no tienen los programas educativos las herramientas necesarias ni existe interés en ello. ¿Dónde han quedado los narradores, la tradición oral que honra el conocimiento de los ancianos? Si sabemos que los planes de estudio, los exámenes de admisión, los libros de texto siguen siendo en español, no nos extrañe que los intentos educativos encaminados a enseñar en sus lenguas a nuestros hermanos, se vengan abajo, y tengan los estudiantes que renunciar a su cultura al salir de su comunidad, si no es que se limitan la mayoría a una educación básica impartida por miembros de las propias comunidades, al carecer de un presupuesto que posibilite la estructura educativa oficial.
No Amparo Berumen Tiempo es ya de que formemos una nación propiamente dicha: la nación mexicana. Andrés Molina Enríquez. nos extrañe que se esté perdiendo, sin remedio, la expresión aquella que nos ha definido a todos como indígenas, como mexicanos.
Pese a este horizonte adverso, puede decirse al menos que a principios de 2008, el Gobierno Federal reconoció como Lenguas Nacionales a 364 variantes lingüísticas, entendidas éstas como una forma de expresión con diferencias estructurales y léxicas, en relación a otras variantes de la misma agrupación.
Dicha iniciativa surge del interés en conservar VIVAS las expresiones autóctonas–patrimoniales que dieron origen al florecimiento del habla en nuestra nación mexicana. Ese mismo año 2008 fue también declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como el Año Internacional de las Lenguas.
En paralelo a estos hechos trascendentales, y frente al peligro de desaparición en que se ha encontrado el 10 por ciento de las lenguas indígenas que existen en México, Ediciones Café Cultura publicó también en 2008 el Diccionario y Vocabulario AN TENEC CAU (Se habla tenec), un trabajo cuidadoso de casi cinco décadas, de mi devoto profesor potosino Epifanio Martínez Hernández quien, uno a uno, fue atesorando los vocablos hasta conformar dichas páginas.
Entre otros foros, esta obra ha sido presentada en la XI Feria del Libro del Zócalo CDMX; en el entonces Festival Internacional Tamaulipas; en el Festival Anual del Huapango en Amatlán; y barajados los verdes naturales y los esplendentes atavíos originarios, en el Festival de la Huasteca 2008 en Xilitla, S.L.P., gala espléndida que honra en sus seis estados (Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luís Potosí) a la Cultura Huasteca, aquella que, hermanada a la familia mayense, se estableció hacia 1500 a.C. en la costa norte del Golfo de México, nuestra costa. Sí.
La antropología física y la lingüística han establecido un vínculo axiomático entre los huaxtecas y la gran familia maya, mas… desde un referente cultural, los huaxtecas se distancian de todos los demás pueblos mayas, y su lengua, perteneciente de suyo a esta familia, ha estado aparentemente aislada desde hace 3,000 años, de acuerdo a especializados cortes estratigráficos.
Con esta singular publicación, cosida y en pasta dura de 525 páginas ilustradas, Ediciones Café Cultura continúa y continuará celebrando la Lengua Huasteca, y la pone en sus manos con el ánimo de que se sigan escuchando las voces de “La gente de aquí”. A MANERA DE COLOFÓN, la dedicatoria del autor: “Mi sincero reconocimiento a quienes de una u otra manera han emitido su estímulo para hacer realidad la presente obra.
A mi familia que me impulsa a luchar en la prolongación de nuestra existencia (…); y al Padre Xavier Enrique Guerrero Briones (†) quien, el 1° de Abril de 1946 fundara en Ciudad Valles, S.L.P., el Colegio Indígena, con 32 alumnos entre Tenek y Nahuatl, procedentes todos de las distintas comunidades de la Huasteca Potosina, y que, en aquel entonces, me cupo en suerte participar como alumno de dicho plantel”. IN MEMORIAM.