Por Irene Escobedo

El gobierno de la República justificó este martes, a través de un comunicado difundido por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para las Fuerzas Armadas de México (ISSSFAM), la omisión del pago del incremento y retroactivo a favor de militares en retiro.

De acuerdo con el comunicado, el incremento del 4% y retroactivo para jefes y oficiales en pensión no se aplicó “debido a la prioridad (del gobierno) para auxiliar a la población civil afectada ante la emergencia ocasionada por las fuertes lluvias” (sic) en los cinco estados devastados.

El comunicado oficial, foliado con el número 1, advierte que el pago se realizará, pero no precisa fechas, por lo que fue acogido por las diversas agrupaciones de retirados como parte de una “estrategia” para disuadir a los militares de realizar la marcha del 30 de noviembre.

Debido a la ambigüedad del comunicado, todo parece indicar que la Federación habría “echado mano” de los recursos de los retirados depositados en el ISSSFAM para atender la contingencia.

Lo anterior a pesar de que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, había asegurado hace un mes al pueblo de México que se contaba con una partida presupuestal para este tipo de emergencias naturales, como lluvias, huracanes y otras contingencias, por 19 mil millones de pesos. Las declaraciones surgieron luego de que se generalizó el reclamo por la desaparición del Fonden.

Sheinbaum habría condenado también en esa ocasión la actuación de gobiernos anteriores que aprovechaban las tragedias para “generar corrupción” con los recursos destinados a los damnificados por desastres naturales.

Los militares retirados consideran que este acto vulneró sus derechos, toda vez que fue el único sector afectado, debido a que no se tocó a ningún otro sector, incluidos funcionarios públicos de alto nivel o legisladores, en apoyo a la contingencia.

Hasta este momento prevalece la intención de continuar con la marcha del 30 de noviembre.