Gobierno del estado sin presupuesto para atender siniestros
- Omisión daña recurso de la naturaleza Zacatecana.
El Pino Azul es un árbol que única y privilegiadamente, es nativo de muy pequeñas biósferas o microclimas. En Zacatecas lo hay en la región del Cañón de Jalpa, Apozol, Juchipila y Moyahua, comarca con un clima “donde todo se da”. Este árbol tarda 40 años en empezar a producir su piñón excepcional.
En los incendios forestales que aquejan al Estado, se reportó de hace semanas, el que ocurría en la sierra donde éste portentoso árbol vive. Nunca hasta el día miércoles de ésta semana ocurrieron las fuerzas estatales de protección civil y a la misma fecha nunca han ocurrido las fuerzas federales.
El reporte que encontraron de las fuerzas del municipio y las fuerzas vivas de la población que ahí trata de controlar tal magnitud de incendio fue y es: el 80% de la existencia de Pino Azul ha perecido en el siniestro.
Cierto es que en materia de seguridad humana, pública, los resultados puedan ponderarse como más graves. Sin duda. La muerte reciente de un niño de cinco años de edad, en una balacera en Zacatecas, amén de los sucesos diarios en todo el Estado, habla más sentidamente al ser elementos de la misma especie. Pero no le quita sentido ni gravedad al hecho del árbol mencionado.
La situación hace decir a funcionarios menores que no había presupuesto para atender con más oportunidad el siniestro. Sin embargo en materia de seguridad humana hay millones de millones de pesos que se dicen se invierten y los resultados son malos, semejantes. La defensa irracional del Secretario Estatal de Seguridad Pública o mandamás de la Policía Estatal, la excusa de que por no haber dinero no se atiende un asunto tan grave en la vida vegetal y económica de toda una región, obligan a recordar la complacencia de Tello también ante el saqueo de Alonso que le deja arcas vacías, la continuidad de “bonos” a sus funcionarios, cosa que no niega en un silencio que otorga.
Así toda una población de al menos cuatro municipios excepcionales en sus frutos, como lo es también la pitaya, quedan devastados por la catástrofe. Hoy los Juchipilenses quienes son los mayores depositarios de esa variedad de Pino Azul se declaran en “luto”.