Eventos Político-Electorales
Por: Hebert Horacio Herrera Quezada
– R e s u m e n –
Un evento político es donde una persona perteneciente a un partido político (la mayoría de las veces una de las personas más influyentes al interior del partido) realiza un evento generalmente de carácter público donde otras personas llamadas “simpatizantes” asisten en masa a escuchar el mensaje de su líder, la mayoría de las veces éstos eventos son realizados en campañas políticas ya que el fin que se busca en la relación político-simpatizante o puesto de una mejor manera: Candidato-Elector, es la de “convencer” en un esfuerzo legítimo por la consecución del voto, a la mayoría de los asistentes a votar por el candidato que postula el partido.
En la actualidad, mucho se ha desvirtuado la imagen del evento político, cuando sus orígenes se remontan a movimientos sociales de carácter político en los que la gente acudían para escuchar el debate de las ideas, ahora se ha convertido en una mera estrategia de marketing político, donde lo que verdaderamente importa es la aglomeración de la gente, la calidad del evento y por supuesto, las dádivas materiales que han de repartirse en su momento. Las ideas, los argumentos y el debate, han quedado de lado con el correr de los tiempos y hoy, la definición intrínseca de “Evento Político” ha quedado reducida a una mera utopía de la política actual.
El trabajo digno, mejores condiciones de salud y beneficios en la educación, se han vuelto la línea discursiva preferida de los candidatos de la última década en México. Ello, marcado por el estigma mediático de dicha temática vigente una y otra vez ya que aunque se ha legislado para generar mejores condiciones en los ámbitos ya mencionados, nunca habrá un abasto absoluto en la satisfacción de tales necesidades, no obstante, la actualidad en materia de eventos políticos, requiere una carrera probada en “Hechos” de los candidatos. Es decir, mientras que en la década de los noventa tuvimos candidatos emergentes, hoy, la realidad es otra.
Poco a poco el desencanto, la falta de confianza y la polarización de la política, han logrado que el electorado ya no prefiera ver “caras nuevas” que en un tiempo marcó una moda sin precedentes con resultados desalentadores, hoy probado está, que la gente pide y exige ver candidatos con experiencia dentro de la administración pública. Ello, genera en el elector un mayor sentimiento de confianza y capacidad de juicio y en los Partidos Políticos, una alta pero retadora responsabilidad.
«ELECTION-POLITICAL EVENTS»
By: Hebert Horacio Quezada Herrera.
– A b s t r a c t –
A political event is where a person belonging to a political party (most of the time one of the most influential people within the party) holds an event usually of a public nature where other people called «supporters» attend Mass to hear the message their leader, most of the time these events are made in political campaigns since the end sought in political supporter or placed in a better way relationship: Candidate-Elector, is to «convince» a legitimate effort for the achievement of the vote, a majority of those present to vote for the candidate running the party.
Today, much has been distorted image of political event, when their origins in social movements of a political nature in which people came to hear the debate of ideas, has now become a mere political marketing strategy where what matters is the agglomeration of people, the quality of the event and of course, the material gifts to be distributed in due course. The ideas, arguments and debates have been side with the passage of time and today, the intrinsic definition of «Political Event» has been reduced to a mere utopia of current policy.
Decent work, better health and education benefits, have become the preferred candidates discursive line of the last decade in Mexico. This marked by the media stigma of this thematic force again and again as though it has legislated to create better conditions in the areas mentioned above, there will never be an absolute slaughter in meeting those needs, however, present in political events, requires a proven «facts» of candidates career. That is, while the nineties we had candidates emerging today, the reality is different.
Gradually disappointment, mistrust and polarization of politics, have made the electorate prefers not see «new faces» that once marked an unprecedented fashion disappointing results, tested today is that people requests and demands to see candidates with experience in public administration. This generates the elector a greater sense of confidence and judgment and political parties, a high but challenging responsibility.
-Introducción-
En la mayoría de los países democráticos cuyos representantes son elegidos por el criterio del voto, las campañas electorales se convierten en un tema crucial, donde la organización de los eventos políticos son una parte sensiblemente importante de la estrategia mediática de los partidos políticos. En muchos países, los mítines políticos son, por sí mismos, importantes. Para los candidatos los mítines son una forma para hablar directamente con los votantes. Existe un eco de los mítines, donde los candidatos rivales proponen sus propuestas, las debaten y cuestionan. Sin embargo, ante todo, el mitin político y cualquier otro evento dentro de la campaña electoral tienen dos fines:
Mantener a los candidatos ante el público: Si bien, una candidatura radica esencialmente en el conocimiento público del candidato, éste, debe mantenerse vigente y presente para el electorado, pues bien, la imagen permanente de cercanía a la gente, conforma la parte más fundamental del posicionamiento político dentro de una campaña electoral efectiva. Un candidato, que en primer término debe de ser conocido por la gente, debe también mantener su cercanía para generar ese “click” mercadológico de aceptación que derivará en la decisión del electorado, pues no olvidemos que lo más importante del contacto entre el candidato y el votante es: El sentido de identidad. (Sentirse identificado con el candidato) Y;
Permitirles comunicar sus posiciones políticas sin ser cuestionados: Una de las piezas más importantes de toda campaña política, es la estabilidad de los eventos, que el evento transcurra sin incidentes y sobre todo, que en ningún momento el candidato se vea abordado, cuestionado y mucho menos tergiversado. Hoy día, la rapidez de los medios de comunicación, la facilidad de acceso y factibilidad de las redes sociales y la propia evolución social, han permitido que la gente tenga más cercanía al candidato y que ello derive en más y mejor autoconfianza de expresarle sus ideas, aunque ello a veces no sea benéfico. Aquí, radica la importancia de una perfecta conformación del equipo de logística de la campaña.
Los mítines políticos actuales pueden realizar otras cosas. Por ejemplo, el apoyo de las celebridades es un elemento importante para la campaña política. Los mítines políticos con frecuencia se utilizan para mostrar el apoyo de un cantante conocido ciudadano, activista o personalidad de la televisión. Todos estos objetivos requieren, en alguna medida, de la simpatía de los mismos medios de comunicación, pues son ellos quienes hacen candidatos y son ellos quienes en buena medida deciden resultados.
-Desarrollo-
El Objetivo General es:
-Conocer la importancia que la mercadotecnia tiene en el refinamiento organizacional de las campañas políticas. Es decir, en la implementación del marketing político como forma de estrategia de impacto desde el punto de vista estratégico-mediático.
Los Objetivos Específicos son:
-Determinar la importancia de una coordinación de campaña efectiva a través del marketing político.
-Analizar las diversas circunstancias que inciden en la aceptación del candidato como una propuesta viable para emitir el voto a su favor, derivado de la correcta imagen creada a través de los medios.
-Identificarlas más importantes características que tienen los medios de comunicación y como estos se interrelacionan en el marketing político para dar origen a la imagen pública generalizada del candidato.
En una campaña política: Los candidatos están en el centro de la noticia sólo si los medios de comunicación informan los acontecimientos. Las posturas son sólo incuestionables si los medios de comunicación fracasan al citar otros puntos de vista alternativos. Las campañas dirigidas con apoyo de los medios son sin duda alguna más efectivas. Lo anterior, presenta un genuino dilema para los periodistas y editores. Los mítines son eventos grandes que son de interés periodístico. Por otro lado, el contenido de tales mítines usualmente son altamente previsibles y lo opuesto del interés periodístico. La mentalidad de las masas tiende a gobernar, siempre bajo el supuesto que otros medios de comunicación reportarán una situación determinada, y por ello todos los demás lo deben hacer.
Sin embargo, someter las declaraciones de políticos a un escrutinio crítico es una parte esencial del informe mediático electoral. Una simple repetición estenográfica de las declaraciones de los políticos no es un buen periodismo. Se necesita buscar un equilibrio a través de citar las reacciones sobre las declaraciones de los políticos y garantizar que los acontecimientos políticos de los diferentes partidos políticos y candidatos sean reportados de manera equitativa y adecuada. Por ello, es indispensable la integración de una avanzada de prensa en el equipo de campaña que a su vez, coordine una perfecta relación con los medios de comunicación para que así, la información fluya de manera más rápida.
Lo que los candidatos dicen es parte importante y esencial de la manera en que un evento político electoral es informado a la audiencia. De aquí, deriva un parámetro fundamental que es observado por el electorado de una manera importante ya que impacta con la visión que el votante tiene de sus candidatos; Pero no es lo único. Un buen informe sobre un mitin político u otro acontecimiento relacionado con la campaña, debe ser redactado de manera objetiva y clara por el equipo de asesores con la finalidad de identificar, aciertos, vacíos y errores, de manera que sea posible corregir o pulir los errores y aciertos y es probable que incluya los siguientes elementos informativos:
¿Cuántas personas asisten al evento? La cantidad debe ser con base en la estimación real y comparada al porcentaje poblacional de la zona, colonia o lugar donde se desarrolla la actividad, de esta manera se tendrá una estimación clara y veraz sobre el nivel de aceptación del candidato en dicha zona. Una vez efectuado éste análisis, debe reestructurarse la estrategia para cada una de esas zonificaciones electorales. Si la aceptación es mala, debe ponerse más y mejor énfasis estratégico, si es positiva, se debe mantener el vínculo solidario elector-candidato y no perderlo ni descuidarlo.
¿Cuál fue la reacción de la audiencia ante los discursos, de la audiencia como un grupo y como individuos? Este análisis servirá para determinar si la línea discursiva establecida para los eventos logra su objetivo de mantener la atención del electorado y convencer a los electores cautivos que se encuentran presentes. No obstante, la línea discursiva debe ser modificada de acuerdo a cada lugar de evento teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales: El estrato social; Las necesidades básicas y el tipo de elección.
¿Cuál fue la reacción de los otros partidos políticos o candidatos? Todo evento político se mide en función de las reacciones de los adversarios, si bien es cierto que no es cómoda la confrontación política, también es verdad que si no logramos acaparar la atención de propios y extraños y que ello genere reacciones secundarias, podemos discernir que nuestra campaña no tiene el alcance deseado de penetración en el público externo es decir, bajo este supuesto la estrategia se debe de redirigir ya que una campaña direccionada exclusivamente a los simpatizantes de nuestro partido es sin duda alguna una campaña ineficaz.
Así pues, toda campaña política se mide en función de su estrategia, su planeación y aplicación coordinada, cuidando los aspectos fundamentales aquí expresados, seguramente tendremos una campaña efectiva.
-Conclusión-
Tradicionalmente, las elecciones se informan de una manera controlada. Los medios de comunicación las transmiten, y quizá comentan algo sobre las elecciones, tal como los programas, las promesas y discursos electorales de los partidos políticos y candidatos informan a sus seguidores. El electorado consume los mensajes transmitidos por los medios de comunicación y hacen su elección política de acuerdo a la información que recibieron. Hoy por hoy, la planeación estratégica y la mercadotecnia aplicada, son las piezas fundamentales de toda campaña política y que con una coordinación perfecta, habrán de dar origen al difícil arte de la manipulación Mediática.
-Referencias-
1. BATLLE Albert, Diez Textos Básicos de Ciencia Política, 3ª Ed, Estados Unidos, 2014, p. 13-14
2. Ibídem. p. 29-32
3. ANDUIZA Perea Eva, Metodología de la Ciencia Política, 2ª Ed Revisada, Centro de Investigaciones Sociológicas, México, 2012 p.37-42
4. Ibídem. p. 58-65
5. CANSINO César, La Ciencia Política de fin de Siglo, 1ª Ed, Huerga y Fierro, México, 1999, p.69-70
6. Ibídem. p. 177-180