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Estudiantes de artes exploran iconografía e iconología religiosa en Jerez

Este jueves por la mañana, el cronista adjunto de Jerez, Héctor Manuel Rodríguez Nava, realizó un interesante recorrido con estudiantes de la Maestría en Artes del Instituto Calmecac por el Santuario de Nuestra Virgen de la Soledad, abordando el análisis desde un enfoque iconográfico e iconológico.

Cabe destacar que la iconografía es el estudio de los símbolos por separado, mientras que la iconología se enfoca en la interpretación del conjunto de símbolos. Es decir, la iconografía es más descriptiva y la iconología más analítica.

El recorrido tuvo como finalidad reforzar los conocimientos de los estudiantes, ya que cursan una materia titulada Historia del Arte. El cronista adjunto inició la actividad con una pregunta reflexiva: “¿Quién de ustedes conoce el Santuario?” Una pregunta que invitó a pensar, ya que muchas veces, siendo o no originarios del pueblo, admiramos la belleza del recinto sin detenernos a observar los detalles ni profundizar en el significado de las imágenes que lo conforman.

El Santuario de Nuestra Virgen de la Soledad comenzó a construirse a inicios del siglo XIX. En su interior se venera a la Virgen de la Soledad, una advocación de la Virgen María que representa el dolor y la soledad que experimentó tras la crucifixión de su hijo.

Durante el recorrido, Héctor Manuel Rodríguez explicó la presencia de varios elementos en la fachada, como el acrónimo INRI, que significa Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum, traducido como “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos”.

También destacó la presencia de símbolos del bestiario, una representación simbólica popular entre los siglos XV y XVI, donde se mezclan características de diferentes animales. En la fachada lateral derecha, se puede observar una figura con cuerpo de dragón, cabeza de serpiente y escamas de pez, en forma de infinito, que representa el mal según la tradición católica.

Además, en la fachada se encuentran otros elementos como escaleras, hisopos (con los que se dio de beber a Jesús durante la crucifixión), clavos, la corona de espinas, entre otros símbolos significativos.

En el interior del templo se aprecian aún más elementos representativos como santos, vírgenes, el púlpito con tornavoz (plataforma elevada desde la cual se pronunciaban los sermones), cristos ensangrentados, pechinas, flores de anís y pasifloras, entre muchos otros.

Al finalizar el recorrido, Rodríguez Nava hizo hincapié en la importancia de conocer todos estos elementos para comprender que “no son elementos aislados, están ahí porque tienen un sentido”. Concluyó con una frase reflexiva: «Las fachadas de los templos son como los libros.”