Esa película ya la vimos
Por José Guillermo P.H.
Saúl Monreal, el menor de los hermanos que por décadas han tejido su presencia en la política zacatecana, busca ahora suceder a su hermano en la gubernatura. Para ello recurre a un libreto familiar: él no es el favorito del poder -pese a ostentar una curul senatorial y a que sus hermanos ocupan las más altas esferas del poder: David como gobernador del estado y Ricardo como coordinador de la bancada morenista en San Lázaro-.
Más aún, se presenta como víctima de ese mismo poder, de grupos que supuestamente lo atacan para impedir lo que «el pueblo de Zacatecas desea»: que sea precisamente él, el próximo mandatario estatal.
La narrativa resulta conocida. Ricardo Monreal llegó a la gubernatura de Zacatecas en 1998 precisamente con ese guion; dejando un legado que la opinión pública aún debate: para unos, positivo por la profusión de obras realizadas en tiempos de excedentes petroleros; para otros, más cuestionable. Lo que no admite discusión es el amplio rechazo que enfrenta la gestión del actual gobernador, David Monreal, quien se ha posicionado sistemáticamente entre los mandatarios peor evaluados del país -y vaya que la competencia por el fondo de esa clasificación es reñida-.
Ahora, seguramente para desmarcarse del Monreal de turno, Saúl busca posicionarse como el candidato antisistema, el que viene desde abajo, la víctima que tiene todo en su contra, salvo al pueblo. Es el eterno retorno de una fórmula que pretende convertir el poder acumulado en insurgencia, la influencia familiar en rebeldía popular.
El guión es predecible: primero la negación de las tensiones internas -como el reciente video viral donde supuestamente Ricardo y David no se saludaron en un evento de la presidenta Sheinbaum-, seguida de la escenificación de la unidad familiar. «Nunca nos van a dividir», declaró Ricardo Monreal, invocando los lazos de sangre como escudo político. Después vendrá la construcción del candidato outsider, del hermano que desafía al establishment familiar para «servir al pueblo».
Esa película ya la vimos. Y sabemos cómo acaba.
Fotografía: Cuenta de X @Saul_MonrealA