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Desapariciones forzadas en Zacatecas: la crisis y la cronología

Por Irene Escobedo

Las cifras son más que números: son vidas, historias y familias que claman por justicia.

En la antesala de fin de sexenio de la primera gobernadora de Zacatecas Amalia García Medina, algo empieza a cambiar en el entorno. La inseguridad en ese momento, es un tema que comienza a inquietar. La paz y tranquilidad que siempre caracterizó a la entidad se ve quebrantada, la causa: un repunte generalizado en delitos y violencia.

El 2010 fue para Zacatecas un año que marcó un antes y un después para sus habitantes. Comenzaban a escucharse nuevas formas de violencia de las que no se lograba percibir ni la forma ni el fondo, tampoco el impacto. El crimen organizado hacía su aparición, abriendo paso también a una nueva categoría de delito: las desapariciones forzadas.

Hasta antes de este comienzo de 2010, la desaparición de personas era un delito sin relevancia. Las estadísticas de la Comisión Nacional de Búsqueda de personas desaparecidas lo documentan: de 1975 al 2009 habían desaparecido 45 personas. Las cifras nos relataban tres décadas de relativa calma.

Las desapariciones en Zacatecas comenzaron como un problema que parecía menor. Lo que alguna vez fueron casos aislados, comenzó a ser una preocupación de grandes proporciones, se hablaba de qué había gente desaparecida. Pero ¿dónde estaba esa gente?, ¿ cuántos eran? ¿Cómo? Fueron incógnitas difíciles de despejar. Eran entonces cientos de historias sin respuesta. Una década después serían miles.

Los primeros indicios

Entre 1975 y 1995, desaparecieron 6 hombres y 3 mujeres en Zacatecas. Aunque las cifras eran bajas, ya sentaban las bases de una problemática que se mantuvo discreta durante las siguientes décadas.

Entre1985 y 2005, las desapariciones aumentaron ligeramente, con 8 hombres y 4 mujeres desaparecidos.

Estaba arribando él 2006 y comenzaba a asentarse el inicio de una nueva realidad. Las desapariciones comenzaron a mostrar una tendencia preocupante que tres años después acumuló14 hombres y 6 mujeres desaparecidos.

Sin embargo, fue en 2009 cuando las alarmas se encendieron. Ese año se reportaron 43 hombres y 7 mujeres desaparecidos, marcando un salto significativo en las cifras.

Al comenzar 2010 Zacatecas enfrentaba un repunte generalizado en delitos y violencia relacionada con el crimen organizado. La entonces gobernadora Amalia García Medina, del Partido de la Revolución Democrática, asumió el reto de una creciente inseguridad. La estrategia nacional de combate al narcotráfico del presidente Felipe Calderón exacerbó la violencia en los estados, incluyendo Zacatecas. Las desapariciones se convirtieron entonces en una espiral imparable. Ya no eran cifras conservadoras: 2010 cerró con 99 personas desaparecidas (93 hombres y 6 mujeres).

Para 2011, la cifra anual ya era de 112. Las desapariciones no cesaron, acumulando un total de 3,924 hombres y 1,600 mujeres desaparecidos en los siguientes 13 años, zacatecanos sin paradero y sin rastro.

2023: un año crítico

Mientras el gobernador David Monreal Ávila daba a conocer los avances logrados en materia de seguridad “por la disminución de homicidios dolosos”, las desapariciones seguían creciendo. El fenómeno no daba tregua.

Ese año, un total de mil 188 personas no regresaron a sus hogares en Zacatecas, según cifras del gobierno estatal y de la Comisión Nacional de Búsqueda.

Actualmente, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) reporta 3 mil 981 personas desaparecidas en el estado.

Las razones detrás de las desapariciones

De acuerdo con datos oficiales, los motivos de las desapariciones corresponden a diversas hipótesis, como accidentes, catástrofes, no localización voluntaria y desaparición forzada. Sin embargo, la realidad apunta a una fuerte conexión con el crimen organizado y la violencia sistémica que azota al estado

Un problema nacional

La crisis de Zacatecas forma parte de un problema mucho más amplio en México. Según la Comisión Nacional de Búsqueda, en el país hay un registro de 374 mil 536 personas desaparecidas, de las cuales el 35.52% no han sido localizadas y 20 mil fueron encontradas sin vida.

Las cifras son más que números: son vidas, historias y familias que claman por justicia.

Historias contra el tiempo

Recientemente perdieron la vida dos madres buscadoras de Zacatecas y un padre de familia quienes fallecieron sin haber encontrado a sus hijos. Se trata de Mary del Villar, Salvador Rojas y Aida Karina Cuevas.

Todos al igual que los colectivos de búsqueda han sido buscadores incansables, dedican sus días, sus noches y hasta sus últimos suspiros a buscar respuestas. Sin embargo, la tragedia se multiplica cuando fallecen antes de lograr su propósito, dejando tras de sí una herida doble: la ausencia de sus hijos y la injusticia de no haber visto cumplido su anhelo de encontrarlos.


Fotografía: Cuartoscuro