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Amalia González Caballero

Amparo Berumen

Nacida en Jiménez, Tamaulipas, el 18 de Agosto de 1898, Amalia González Caballero fue una incansable y fiel defensora de los derechos de las mujeres. En su incursión a la vida pública, se adelantó a los cambios para impulsarlos activamente, en ejercicio del importante rol de intelectual, activista, diplomática, política. Y el tema de la mujer y su derecho al voto fue siempre retomado por ella desde diversas perspectivas y plataformas, en muchas de sus más de 300 conferencias dictadas en foros nacionales e internacionales. Innumerables interrogantes acerca de la viabilidad del voto femenino, la llevó a explorar las dificultades por las que atravesaban las mujeres de América Latina, e igualmente de otros países transoceánicos. Sí. Esta lucha estaba fuertemente encauzada a indagar las condiciones en que vivían las mujeres en otras latitudes. Las transformaciones del mundo contemporáneo debían dar cabida a esta exigencia para la que sólo había respuestas lacónicas. Sin ir más lejos, durante largos años no se recibió en México atención del Congreso a favor del voto femenino, como no fuera en tono de rechazo tajante. Obvio.

De la obra en dos tomos de Olga Martha Peña Doria, Amalia de Castillo Ledón. Sufragista, feminista, escritora. El alcance intelectual de una mujer (ITCA 2005), leamos lo siguiente: «El 16 de septiembre de 1938 Amalia pronunció un discurso que forma parte de la historia del país, al ser la primera mujer mexicana en hablar frente a la Columna de la Independencia y ante la presencia del Presidente de la República, el General Lázaro Cárdenas. El texto fue publicado por la Editorial México Nuevo en el mismo año, debido a la importancia del discurso».

En su proclama, ella agradecía al General Cárdenas, a nombre de las mujeres mexicanas, el haberles sido otorgado el derecho a votar. Y dice la autora: «Sin embargo, esta disposición fue derogada por el Congreso de la Unión, contrariando la lucha que Amalia había emprendido contando con el apoyo del presidente. Desafortunadamente su discurso fue en vano ya que los encargados de legislar sobre el voto, los diputados, lo negaron sin explicar mas que la mujer no estaba preparada para votar». Esto era difícil de creer frente al hecho de que en sus visitas a otros países, Amalia había logrado que se concediera el voto a las mujeres, lo cual se traduce en que si bien triunfó en otras tierras, en la suya estaba fracasando.

Al no haberse logrado la obtención de los derechos civiles, se duplicaron los trabajos a favor de esta lucha y se formaron a lo largo y ancho del país grupos de mujeres de todos los estratos sociales: «La presión era cada vez más pesada, pero las Cámaras se mantenían inamovibles, sin embargo, en 1947 y con muchos esfuerzos, se concede a las mujeres el voto municipal, dejando un profundo malestar en el país». Los grupos continuaron sin tregua en su lucha y la voz de la tamaulipeca seguía oyéndose fuerte. En una de sus alocuciones habla de los triunfos en 51 países en que la mujer ya tiene la igualdad de derechos, mientras que en el suyo se mantiene la postura de negárselo.

En la conferencia «La Mujer en México», dictada en Estocolmo, Suecia, el 10 de abril de 1955, Amalia González Caballero dice: «La mujer mexicana que durante medio siglo había luchado sin descanso por el reconocimiento de sus derechos políticos, obtuvo al fin el primer triunfo en este campo, cuando el 1o. de diciembre de 1946 el Presidente de México, Licenciado Miguel Alemán, envió a las Cámaras el proyecto de reformas constitucionales que otorgaba a la mujer los derechos políticos para elecciones municipales, el que fue aprobado para ese período de sesiones parlamentarias. Animadas por este primer paso que fue recibido en lo general con muestras de simpatía y confianza, se luchó con mayor ahínco por conseguir la victoria definitiva, la plenitud de los derechos políticos, en igualdad de condiciones con el hombre. Y ésta llegó al fin, al aprobar las Cámaras en 1953, el proyecto de reformas constitucionales enviadas por el actual Presidente, señor don Adolfo Ruiz Cortines, que reconocen a la mujer los derechos políticos universales, en el Artículo 34 de nuestra Carta Magna. A partir de entonces, haciendo buen uso de los derechos que les corresponden, han sido electoras y elegidas en numerosos cargos de elección popular. Hay ahora en todo el país 265 Regidoras, diez Síndicas, dos Concejales y seis Alcaldesas. La primera mujer que obtuvo una curul en la Cámara de Diputados en el año de 1954, fue Aurora Jiménez de Palacios, representante de un Distrito de Baja California…»

Amalia González Caballero falleció en la Ciudad de México el 3 de junio de 1986, y sus restos fueron llevados con solemnidad a Tamaulipas en 2006, donde se le rindieron merecidos honores. Hoy esta ilustre mujer tamaulipeca, que logró proclamar las transformaciones de largo alcance, dando como resultado el que hoy las mujeres hablen con voz propia, descansa en la capital del país en la Rotonda de los Personajes Ilustres.

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