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Bajo la mirada: buscadoras abandonan búsqueda en Río Grande

Por Irene Escobed

Detectaron señales de alerta de posible presencia de crimen organizado

El caso no es aislado, buscadoras en Aguascalientes sufrieron simultáneamente intimidaciones y amenazas

En México, buscar a un ser querido desaparecido no es solo un acto de amor, sino una tarea que se realiza bajo un riesgo constante. La reciente suspensión de una jornada de búsqueda en Río Grande, Zacatecas, por parte del colectivo Buscadoras Zacatecas A.C., evidencia el peligro que enfrentan estas personas.

Mientras realizaban labores en la comunidad de Mesillas, detectaron señales de alerta por la posible presencia de grupos criminales, lo que las obligó a retirarse.

“…las compañeras de escarabajos se disponían a realizar una prospección del lugar cuando empezaron a suceder algunas situaciones de probable riesgo: (intervención de los radios, algunas alertas para que se retiraran del lugar) lo que da lugar a probable presencia de algún grupo delictivo, esto las hizo abandonar el espacio por su propia seguridad…” denunciaron integrantes del colectivo Buscadoras Zacatecas A.C.

De la misma manera, colectivos de buscadoras de Aguascalientes denunciaron también este jueves, que estarían siendo objeto de amenazas e intimidaciones en sus propios hogares. Incluso dijeron haber sufrido persecución en la vía pública por parte de sujetos en motos.

Estos son solo algunos episodios que forman parte de las múltiples amenazas que acechan a quienes se dedican a esta noble causa.

Peligro constante


Desde 2011, al menos 22 personas buscadoras han sido asesinadas en México, mientras que otras nueve han desaparecido durante su labor, según el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México . De estos asesinatos, 12 fueron contra mujeres y 10 contra hombres, con estados como Guanajuato y Sonora liderando las cifras de violencia contra buscadores.

Los riesgos son múltiples: hostigamiento, amenazas, extorsiones, ataques armados, secuestros e incluso asesinatos. En algunos casos, las buscadoras han sido víctimas de violencia sexual, como lo documenta el informe “Desaparecer Otra Vez” de Amnistía Internacional.

Además, muchas veces estas agresiones ocurren tras denuncias públicas, hallazgos de fosas clandestinas o la identificación de responsables de desapariciones.

Vidas coartadas

Casos como el de Sandra Luz Hernández, asesinada en 2014 mientras buscaba a su hijo en Culiacán, o el de *Rosario Lilián Rodríguez Barraza, asesinada en 2022 en Sonora, muestran la brutalidad del contexto en el que operan estos colectivos. Más recientemente, en 2025, Aida Karina Juárez Jacobo fue secuestrada y asesinada en Zacatecas mientras buscaba a su hija desaparecida.

El informe de Amnistía Internacional destaca que 97% de las mujeres buscadoras han enfrentado algún tipo de violencia en el marco de su labor, desde amenazas y desplazamientos forzados hasta tortura y violencia sexual. Además, el desgaste físico y emocional es devastador: muchas enfrentan problemas de salud, empobrecimiento y el abandono por parte de sus comunidades.

Las organizaciones en respaldo

Pese a este panorama desolador, existen organismos que apoyan a los colectivos de búsqueda:

  • Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México: Red que agrupa a más de 200 colectivos y trabaja por la verdad y la justicia.
  • *Amnistía Internacional: Ha documentado los riesgos y exigido medidas de protección para las buscadoras.
  • Comisión Nacional de Búsqueda: Aunque limitada, brinda acompañamiento técnico y recursos en algunos casos.
  • Organismos internacionales, como la ONU, también han presionado al gobierno mexicano para garantizar la seguridad de estas persona

Ellas no buscan solo a sus desaparecidos, sino también justicia y dignidad para miles de familias en México. Sin su lucha, muchas historias quedarían enterradas en el olvido.


Fotografía: Cuartoscuro