Los ídolos y símbolos dejaron de serlo a perpetuidad
Por Irene Escobedo
Cuando la sociedad conservadora de México pedía que se vistiera a la Diana cazadora por considerar ofensivo el desnudo que exhibía la estatua en Ciudad de México, parecía que sería un hecho aislado en la historia.
Transcurrió el tiempo y después la indignación se tornó contra el monumento a Cristóbal Colón también en la capital del país. Una sociedad más informada y consciente de sus derechos y de una realidad más objetiva obligó a que se retirara esta obra homenaje al conquistador de América.
Recientemente la “conciencia colectiva” forzó también el retiro de las esculturas del Che Guevara y Fidel Castro en Cancún.
Cada monumento y escultura tiene un valor histórico cultural que al día de hoy pareciera no constituir un motivo de valor.
Si se va a juzgar el mayor o menor merecimiento a partir del comportamiento de las personas, nos vamos a quedar sin estatuas y monumentos pero también sin nombres para calles, callejones y plazuelas. No se iría sola Florinda Meza de la plaza principal de Juchipila.
Con conciencia crítica, la sociedad está demostrando que ya no son tiempos de devoción y culto ciego y excesivo a la persona, a la figura pública, a los símbolos. La devoción y admiración están ahora severamente condicionados por una sociedad que se opone a idealizar y venerar sin antes sopesar el perfil moral y el comportamiento del personaje. Aunque sus métodos (destructivos) por ser rudimentarios y violentos los colocan en la misma posición que rechazan.
De un modo o de otro, bajo la lupa de la sociedad actual, los ídolos y símbolos dejaron de serlo a perpetuidad. La gente no está dispuesta a revalorar talento ni obra cuando está en entredicho la reputación.
Si bajo esa conciencia se le rasca más a la historia estamos expuestos a eliminar la idolatría y arrancar páginas enteras de libros de textos porque detrás de cada personaje hay historias, hay rumores, hay realidades que no siempre nos complacen y que no siempre van de acuerdo a la moral de la época.