Por Irene Escobedo

Para los derechohabientes del Fovissste actualmente hay más dudas que respuestas. En los anunciadísimos programas de regularización de vivienda donde el gobierno ofrece quitas, reducción de intereses y otros beneficios, aún no hay reglas claras ni siquiera una estrategia. A casi nadie se le ha contactado como está prometido, y por correo ni por teléfono ni por carta postal ni por paloma mensajera.

Se estima que son casi 900 mil las viviendas que entre Fovissste e Infonavit estarían recibiendo apoyo para saldar los créditos impagables o en cartera vencida.

A partir de qué se generó la posibilidad -desde la presidencia de la república y por primera vez en la historia- de tener acceso a programas de reestructuración pareciera que nada se ha movido y que más allá de la actualización de datos aún no se define cómo se aterrizará la estrategia.

Uno de los ejemplos más claros es el Programa 34 que se presentó este lunes. Se anunció con bombo y platillo, como diseñado para los trabajadores que están fuera del sector, urgiéndolos incluso a contactar con el Instituto para la aplicación de los beneficios. Nada más absurdo, no se han definido las bases de operación. Pareciera que el gobierno Federal tiene prisa en dar las noticias pero no en aterrizarlas.

Fotografía: Cuartoscuro