PRI: UN GOBERNADOR MENOS, PERO UN EMBAJADOR MÁS
Jaime Santoyo Castro
Dicen los que pretenden que saben, que el PRI está muerto, porque ha sido derrotado estrepitosamente en prácticamente todas las elecciones en las que ha competido para las gubernaturas de los Estados, excepto en Durango y Coahuila, pero creo que no es así.
Para evitar que muera, como en los mejores tiempos del Chapulín Colorado, ha surgido su salvador: Alito, que con inteligencia, ingenio e inmejorable capacidad de negociar, le está cambiando el giro para que, de productor de gobernadores, se convierta en el organismo que nutra al Servicio Exterior Mexicano de los embajadores que requiere el País; y en tal virtud, de Instituto Polìtico lo está transformando para que sustituya al Instituto Matías Romero.
El artículo 20 de la Ley del Servicio Exterior Mexicano establece que para ser designado Embajador o Cónsul General se requiere: ser mexicano por nacimiento o no tener otra nacionalidad , estar en pleno goce de sus derechos civiles y politicos, ser mayor de 30 años de edad y reunir los méritos suficientes para el eficaz desempeño del cargo.
(el subrayado es mío). De los requisitos de nacionalidad, edad y estar en pleno goce de sus derechos civiles no hay duda, pero en lo que se refiere a tener los méritos suficientes para el eficaz desempeño del cargo, no hay claridad, toda vez que la ley no los precisa y tal parece que el criterio de la actual administración gubernamental es que los méritos se adquieren por el hecho de ser gobernador de un partido político diferente a Morena en proceso de elección para ser sustituido y que se mantenga alejado de sus principios, compromisos, ideales y lealtades al Partido que los ungió. Que mantenga, como dijo aquel falso priista que fue Presidente (Ernesto Zedillo), una sana distancia.
Si no es esto, entonces cuales serán los méritos de los exgobernadores que entregaron la estafeta a un partido diferente al de sus amores y que han sido invitados a ser embajadores? Veamos:
– ¿Será acaso que están premiando su excelente desempeño en la ejecución de las leyes en su entidad, o que implementaron y cuidaron que las políticas públicas y programas gubernamentales estuvieran orientadas a impulsar el desarrollo económico y social de su entidad?
– O bien, ¿que instituyeron acciones suficientes para proteger la salud, la educación, el empleo, el bienestar, la tranquilidad, la justicia y la seguridad de sus gobernados?
– ¿Quizá fueron un ejemplo de administradores eficientes y eficaces de los recursos puestos a su manejo; y no toleraron ni el más mínimo desvío de los recursos y estos fueron asignados, cuidados y vigilados escrupulosamente para atender las necesidades y las causas de sus gobernados desterrando la corrupción, el amiguismo, el influyentismo, el abuso y el derroche en el Gobierno del Estado que encabezaron?
– Es acaso que representaron a su Estado en la firma de acuerdos para mejorar los ingresos, para abrirle espacios a la juventud y a las mujeres y multiplicaron las oportunidades y el bienestar de la población de escasos recursos, disminuyeron la pobreza, y promovieron acciones para empoderar a las mujeres, disminuyeron la violencia de género, ampliaron las libertades, etc.
– ¿O es que gobernaron armónicamente en conjunción con los otros dos poderes del Estado, con los actores políticos, con los ciudadanos y los empresarios para propiciar el desarrollo?
– ¿Trabajaron en conjunto con la Legislatura para promover e impusar una agenda legislativa e impulsaron leyes en favor de los sectores sociales y con el Poder Judicial para sancionar a quienes quebrantaron las leyes?
– ¿Mantuvieron la seguridad y el orden público; y movilizaron a sus policías estatales para responder a emergencias, coordinar la prevención del delito, disminuyeron la impunidad y promovieron la seguridad en general?
– ¿Atrajeron inversiones, promovieron la creación de empleo, apoyaron a las empresas locales y fomentaron el comercio y la inversión dentro del Estado? Si cumplieron con todo eso, son mexicanos ejemplares y ello justifica de manera clara el motivo por el que el Presidente López Obrador los propone como embajadores; y serán una muestra en el exterior, de cómo se gobierna responsablemente en México….
Pero cabe hacer la pregunta: y si hicieron todo eso; ¿por qué perdieron la eleccion en su entidad? Y cabe, como zacatecano, hacer un reclamo: Si Alejandro Tello cumplió con los tales requisitos, de arriba o de abajo: ¿Por qué siempre no fue distinugido con el nombramiento de Cónsul en los Angeles? ¡Nos la deben!