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Obispo de Zacatecas condena los hechos violentos hacía Arzobispo de Durango

El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, afirmó que un ambiente de hostigamiento y polarización en la sociedad contribuye a exponerse a la violencia.

Tras el reciente atentado contra el arzobispo de Durango, Faustino Armendáris Jiménez, utilizando un arma blanca, el obispo Noriega destacó que la violencia suele ser provocada «desde arriba», lo cual, de cierta manera, justifica las acciones de algunas personas que ya llevan consigo una predisposición hacia la violencia.

El obispo condenó este acto y señaló que cualquier persona puede verse expuesta a situaciones similares. En lugar de adoptar una postura defensiva, consideró que se deben buscar políticas de conciliación y reconciliación para crear un ambiente saludable.

Noriega resaltó que, hasta el momento, los sacerdotes de Zacatecas no han experimentado este tipo de hechos violentos, ni él en particular a lo largo de sus 10 años en la entidad. Sin embargo, subrayó que están expuestos y desconocen con qué tipo de personas pueden encontrarse y qué intenciones puedan tener.

Además, el obispo señaló que el consumo de drogas influye en esta problemática, especialmente con el uso de sustancias más potentes que desequilibran a las personas. Esto puede aumentar los riesgos, especialmente para aquellos que están en las calles, ya que los efectos de las drogas pueden distorsionar la percepción y llevar a situaciones peligrosas, como confusiones que pueden confundir a alguien con el diablo.