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Entre el miedo por la inseguridad y la pandemia, comerciantes jerezanos se ven gravemente afectados

A la pandemia e inseguridad, se suman las afectaciones económicas por la ineficiencia del gobierno estatal con el pago de nómina

No es ninguna novedad que durante los últimos dos años la economía se ha visto severamente afectada a nivel global debido a las restricciones necesarias para contener en cierta medida el número de contagios por COVID-19, los gobiernos en casi todo el mundo han implementado programas de apoyo para que las empresas puedan seguir operando y evitar de esta manera un aumento pronunciado en los índices de desempleo.

En el caso de México, este problema se ve agravado por un lado por el casi nulo crecimiento económico que ya arrastraba nuestro país antes del inicio de la pandemia, con una economía prácticamente estancada; y por el otro por la grave crisis de inseguridad que se vive en gran parte del territorio mexicano.

En Zacatecas, y particularmente hablando de Jerez, los pequeños comerciantes deben sortear la complicada situación que se vive ya que la economía se ha visto severamente afectada por la coyuntura actual en donde muchas personas tienen miedo por su salud y por su seguridad. La actividad económica se ha visto prácticamente paralizada en gran parte de las comunidades de nuestro municipio debido a la intensa actividad delincuencial que se ha registrado durante los últimos meses.

Esas pérdidas económicas causadas por la violencia en las comunidades, como es natural se reflejan en los negocios de la cabecera municipal que también se ve afectada directamente por el temor de la población.

No son pocos los comerciantes jerezanos que esperaban una recuperación que no llega, pues han sido varios factores los que causan su propio efecto dominó en la economía, dando como resultado negocios que deben cerrar sus puertas permanentemente o disminuir el número de empleados; ante estas perspectivas, muchos tienen puestas sus esperanzas en la derrama económica que podría significar la realización de la Feria de Primavera, con todo y los riesgos que un evento de esta magnitud puede representar para la salud de las familias jerezanas.

La sensación de incertidumbre es casi omnipresente en el sector productivo y comercial de Jerez, no se sabe cómo evolucionará la pandemia, ni si la situación de inseguridad aminorará, seguirá igual o empeorará; incluso en el tema de la Feria hay incertidumbre, pues aunque parece casi un hecho su realización, todo depende del semáforo epidemiológico, además hay voces que piden su cancelación aludiendo a la situación de inseguridad, voces a las cuales se han sumado algunos actores políticos -como siempre ocurre- en búsqueda del protagonismo que parecen ser incapaces de lograr sin colgarse de algún tema polémico.

Es un hecho que una mala situación económica genera delincuencia e inseguridad, la cual a su vez dificulta aún más la actividad comercial. Esperamos que Jerez no caiga de manera irremediable en ese círculo vicioso del que es tan difícil lograr escapar, ojalá que no sea demasiado tarde y se ponga solución a la violencia que se vive en nuestro municipio para, entonces sí, comenzar verdaderamente la tan anunciada recuperación económica.