Reaviva conservadurismo matrimonio igualitario
Irene Escobedo López
Errada decisión aprobarlo, acusa la Iglesia; el pueblo católico esta triste afirma la diócesis
En Zacatecas la aprobación del matrimonio homosexual, espero por casi veinte años.
A lo largo de la historia de la humanidad, el matrimonio igualitario ha existido y persistido “de facto”, representa la unión entre dos personas del mismo sexo, una práctica que en Zacatecas ha sido recientemente aprobada e incorporada a la legislación en materia familiar, como una forma de reivindicación de los derechos civiles, despertando con ello un intenso debate, que ha generado posturas a favor, pero sobre todo de inconformidad, confirmando el conservadurismo tradicional que le es inherente a este territorio.
En Zacatecas, la reforma al Código Familiar se mantuvo intacta a lo largo de los diez años en que el matrimonio homosexual evoluciono hacia su reconocimiento legal en México, donde fue necesaria tan solo una década, para que 24 estados de la república adaptaran sus legislaciones a favor del matrimonio civil igualitario que comenzó a ser aprobado en 2010.
Los primeros en modificar la legislación a favor de esta figura en el mundo fueron los Países Bajos, en 2001; sucesivamente y de manera pausada, otras naciones fueron integrando el matrimonio igualitario: Bélgica en 2003, España en 2005, Noruega y Suecia en 2009, Portugal e Islandia en 2010, Dinamarca en 2012, Francia 2013, Luxemburgo e Irlanda 2015, Finlandia, Malta y Alemania en 2017, Austria 2019 y Reino Unido en 2020.
La adhesión del matrimonio homosexual al Código Familiar de Zacatecas, permaneció incuestionable también durante los 20 años en que comenzó a tener validez en el mundo.
Posturas a favor y en contra mantuvieron inalterable la legislación estatal, aunque de manera parcial las oficialías del registro civil de los municipios de Zacatecas, Villanueva y Fresnillo le dieron la bienvenida al registro de matrimonios igualitarios “sin trabas administrativas y sin tener que solicitar amparo constitucional a un juzgado federal o a la SCJN”.
Prevaleció sin embargo en Zacatecas, el temor de que el reconocimiento a los derechos de la comunidad LGBT, pudiera revertirse al no estar avalado en su totalidad por el Congreso del Estado o bien por los cambios de administración municipal.: alcaldes, ideologías, partidos.
La intranquilidad dio paso a la insistencia y desde la bancada petista y de la mano de líderes, activistas, colectivos y miembros de la diversidad sexual el Diputado Xerardo Ramírez Muñoz iría al rescate de la iniciativa en favor del matrimonio homosexual “y contra los prejuicios y la promoción de igualdad de oportunidades y trato digno como personas”.
Con 18 votos a favor, 10 en contra y una abstención, finalmente este martes fue aprobada la modificación al artículo 100 del Código Familiar para el Estado de Zacatecas “todas las personas podrán unirse de manera civil en nuestro estado sin importar raza, credo, orientación sexual y otras”. Un logro histórico para la comunidad gay de Zacatecas, excluida hasta ese momento, de la natural evolución que el matrimonio igualitario tuvo a lo largo de diez años en México.
La noticia, sin embargo, abriría el debate. Mientras para la comunidad LGBT todo fue celebración, en las redes sociales, en las calles las opiniones se dividieron, aunque prevalece el conservadurismo.
La expresión de «lo logramos” del diputado Ramírez Muñoz, fue secundada de la dura postura de la Iglesia Católica, que a través de un comunicado emitido por la Diócesis de Zacatecas rechazo la medida y la calificó como “errada decisión”, como un voto en contra de las familias zacatecanas.
“El pueblo católico está triste”, publico la diócesis el 14 de diciembre, en el documento enviado a los medios de comunicación y publicado en su sitio oficial, en el comunicado, no aparece la rúbrica del obispo, pero si el sentir de la Iglesia: “Sentimos el abandono de quienes debieran velar por los intereses de todos”, consigno la diócesis, al tiempo que advirtió que el pueblo de Zacatecas camina entre nubarrones.
En el comunicado, que fue compartido en redes sociales 519 veces y donde la Iglesia cancelo la función de recibir comentarios, destacan los nombres de los diputados que votaron en contra de esta ley, en quienes la diócesis reconoció y agradeció el valor para tal decisión, aunque omitió precisar los partidos a los que pertenecen: Guadalupe Correa, Marimar Ibargüengoitia, Karla Valdez, Gabriela Basurto, Herminio Briones, José Juan Estrada, Manolo Gallardo, Jehù Salas, Refugio Avalos Márquez y Martha Elena Rodríguez.
Las intenciones de la Iglesia fueron respaldadas por los fieles que desde distintas trincheras cuestionaron: “piensan que Dios no hará Justicia, y piensan que no hay infierno”; “¿te das cuenta cuantas almas se pueden perder con esta aprobación? y los legisladores que lo apoyaron serán culpables”; “Sigan votando por esos candidatos que llegan a impulsar iniciativas estúpidas”. La mayoría de los cientos de comentarios consigna también el posible daño que la medida pudiera ejercer en los menores de edad que lleguen a ser adoptados en estos nuevos núcleos familiares.
En oposición y aunque sin exclamaciones efusivas, tampoco festivas, otros zacatecanos comentaron: “que se casen con quien quieran”, felicidades”, “excelente”, “un gran logro”, “un gran avance en materia de derechos”, se lee en los poquísimos y escuetos mensajes de apoyo.
Con su aprobación, el matrimonio igualitario, viene a consolidar la unión entre parejas del mismo sexo, tan antigua como la humanidad misma, pues ha existido y persistido “de facto” por lo que inscribirla en las legislaciones del mundo simboliza ahora el consecuente reconocimiento a otros derechos también fundamentales para el hombre como el derecho patrimonial, de ciudadanía, residencia, de seguridad social, de herencia.
A pesar de ser ya un derecho internacional, respaldado por avalado por la ONU, el matrimonio igualitario es un tema que continuará generando controversia a largo plazo; el concepto mismo de diversidad ha sido cuestionado también a lo largo de la historia; mientras para algunos ha simbolizado riqueza cultural, unión e igualdad, para otros degrada, lastima y divide y esto es lo único que no debe prevalecer entre la humanidad.