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ZACATECAS VUNERABLE ANTE CALOR EXTREMO

Por 32 años, las temperaturas máximas se mantuvieron estables, el punto más alto se estableció en 2012 con 27.1 °C

Irene Escobedo López

Son las 14:27 del 15 de junio, el Sistema de Alerta Temprana de Incendios para México y América Central (SATIF), detecta puntos de calor extremos en dos comunidades del municipio de Pinos. Hay riesgo de incendio en los pastizales de Jaula de Abajo y Belén de Buenavista.

Antes por la madrugada, a las 02:26.50 el monitor de incendios del Instituto Nacional de Ecología alerta de puntos de calor nocturno en los municipios de Cuauhtémoc y Tepetongo, temperaturas fuera de lo normal que advierten que, el cambio climático para Zacatecas es eminente y abre nuevos desafíos para todos.

Las imágenes de satélite y los termómetros del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) están en alerta constante, los instrumentos utilizados para la medición del clima, sus impactos y la vulnerabilidad de las regiones son indiscutibles indicadores de que la tercera ola de calor no es otra cosa que el camino hacia el calentamiento global.

El satélite el INECC se enfoca hacia toda la República Mexicana y Centroamérica y confirma las previsiones. Se detectan puntos de calor, son alarmas que avisan de que en cualquier momento un incendio puede desencadenarse. La vigilancia sobre territorio estatal es permanente. Consultando el mapa interactivo, el 15 de junio detecta cuatro puntos de riesgo para Zacatecas, pero la afectación puede ser mayor. A nivel regional son incontables los puntos de calor detectados en los límites con Aguascalientes, Durango y San Luis Potosí, exponiendo a comunidades enteras de Luis Moya, Monte Escobedo y Villa de Cos. Las temperaturas anómalas están afectando a todo el estado.

Zonas que fueron consideradas con clima templado subhúmedo ahora han entrado en la lista de regiones vulnerables por las altas temperaturas. Para la medición del riesgo y la vulnerabilidad del calor extremo, el INECC establece un “orden de vulnerabilidad”, los municipios con el rango de muy alta vulnerabilidad son Apulco, Trinidad García de la Cadena, Joaquín Amaro, Jiménez del Teul, Monte Escobedo, Tepetongo y Tabasco. Otros municipios como la capital del estado, Jerez, Morelos, Valparaíso, Juan Aldama y Teúl de González Ortega, están en la lista de alta vulnerabilidad y en riesgo de avanzar hacia una muy alta vulnerabilidad, lo que modificaría los actuales parámetros climatológicos que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da como referencia en 2020 y que define que el 73% de la entidad tiene clima seco y semiseco, mientras que el 17%, presenta clima templado subhúmedo.

Los fenómenos extremos asociados al clima como olas de calor, sequías, inundaciones, ciclones tropicales, entre otros, son los indicadores que revelan la vulnerabilidad en los ecosistemas y sistemas humanos, sostiene el INECC, organismo de investigación del gobierno federal que genera e integra investigación técnica y científica en materia de ecología y cambio climático.

Históricamente en Zacatecas las sequías han sido los eventos de desastre asociados al clima con mayor ocurrencia en el estado sobre todo en el periodo 1999-2018, documenta el INECC, mientras que de acuerdo a las Declaratorias de Desastres (2019) publicadas en el Diario Oficial de la Federación, en 2002 siete municipios estuvieron amenazados o bajo riesgos por tormentas, en 2008 se registró una severa inundación, mientras que, en 2011, 42 municipios registraron severas sequías. Asimismo, en 2013 hubo 24 municipios acechados por tormentas.

Un climograma elaborado con datos del Servicio Meteorológico Nacional a nivel estatal demuestra que, de 1986 a 2018 en Zacatecas no hubo variables, cambios detectados en temperatura y precipitaciones. Por 32 años, las temperaturas máximas se mantuvieron estables, el punto más alto se estableció en 2012 con 27.1 °C.

Ese mismo año las temperaturas mínimas fueron de 8.0 °C y las precipitaciones pluviales de 314.5mm acumulada anual estatal, (la precipitación media estatal es de 510 mm anuales). Bajo los mismos parámetros, la temperatura mínima más baja fue de 7.4 °C en 2010 y las mayores precipitaciones se registraron en 1990 alcanzando los 746.1 mm.

Actualmente, Es probable que la temperatura máxima continúe aumentando y los valores de temperatura mínima se vuelvan más extremos, esto de acuerdo con el estudio Análisis de anomalías y tendencias de los índices de cambio climático en Zacatecas, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), elaborado por los investigadores Oscar Pita-Diaz y David Ortega Gaucín.

En vista de estas tendencias de temperatura máxima y mínima, dicen los autores, hay un estudio científico (Brito-Castillo, L.; Castro, SCD; Herrera, RSU Tendencias observadas en temperaturas máximas y mínimas en Zacatecas, México y posibles causas) que indica que los cielos despejados en la región de estudio (Zacatecas) permiten un alto grado de absorción de calor por la superficie.

La mayor claridad de los cielos durante la noche también podría explicar la tendencia decreciente de la temperatura mínima como resultado de la pérdida de calor por radiación. En el caso de la temperatura máxima que ha ido en aumento en Zacatecas, «los cambios identificados destacan un aumento en el número de días de verano y mayores temperaturas máximas extremas, especialmente en primavera y verano”.

Los cambios en la temperatura mínima sugieren un proceso de enfriamiento en otoño e invierno, especialmente porque se observó un aumento en el número de días de helada en los últimos 20 años del período de estudio, y la temperatura extrema mínima disminuyó considerablemente en estas dos estaciones”, apuntan los investigadores del IMTA.

Por otra parte sugieren que ante el aumento en las temperaturas, el problema más importante a corto plazo para Zacatecas será la dificultad de adaptarse a estos cambios vertiginosos ante un nuevo escenario climático, que planteará nuevos retos en el futuro, aunque también es de observarse el posible impacto de los cambios de temperatura y la irregularidad de las precipitaciones que afectaría negativamente al sector agrícola del estado de Zacatecas, principal productor de frijol de temporal del país.