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Zacatecas tiene todo para convertirse en un protagonista del desarrollo nacional

“Nadie podrá beneficiarse a costa de un cargo público, se acabaron los tiempos en que el cargo era usado como método de enriquecimiento…” Sentenció David Monreal

Irene Escobedo López

Alejandro Tello Cristerna, ha consignado finalmente la estafeta de la titularidad del Poder Ejecutivo a David Monreal Ávila y ha dejado en el abismo a Zacatecas. El acontecimiento que marco el fin de la era priista y el inicio de una nueva época para Zacatecas fue el Acto Solemne de Traslación del Mando de la Fuerza Pública Estatal.

Como si fueran estado avisadas, cientos de personas aguardaban en la plaza de armas para la transición de poderes.

Afuera todo era fiesta, coros, algarabía, “venimos a festejar”, “es un momento histórico”, “queremos verlo (a Tello) que se vaya”, “estamos listo para la rechifla”, expresaron. Por la red, una discreta audiencia de apenas mil 500 personas seguía el evento online.

Al interior de palacio, en el salón de recepciones, todo fue solemnidad y jubilo. Por la mañana, el domingo 12, sería el día de David Monreal (esperó por décadas este momento). Los días, semanas y meses sucesivos se ven cuesta arriba para el mandatario. Durante la etapa de entrega-recepción la realidad de Zacatecas habría saltado a la vista: apenas 37 informes revisados de igual número de dependencias y la crisis ya había estallado. Falta aún por definirse que tan larga será la cola que le pisen al gobierno que termina.

El evento de traslación de mando, duro 47 minutos, en los que se realizó la entrega de poder de la fuerza pública, simbolizado en la bandera nacional y la develación de la foto oficial del gobernador entrante David Monreal.

Para la media noche, del ex gobernador ya no quedaba rastro, ni recuerdos, (salvo su fotografía en la galería donde se exhibe a otros 20 mandatarios), en segundos quedo en el olvido. Los que esperaban al ex gobernador, no lo vieron salir. Alejandro Tello y esposa habrían abandonado el recinto por la puerta trasera, no dio oportunidad al abucheo para el que estaban preparados los invitados al festín popular en las calles.

LA TOMA DE PROTESTA

Con la consigna de que “No es el mejor momento para gobernar, pero si para sacar la casta y demostrar de que estamos hechos” y la seguridad como prioridad y “tema de temas” se realizó la ceremonia en la que David Monreal Ávila rindió protesta ante la LXIV Legislatura del Estado como Gobernador del Estado de Zacatecas.

Se esperaba diferente, pero el formato de la ceremonia fue un acto protocolario, estrictamente republicano -hasta el repertorio de la Banda Sinfónica del Estado fue el mismo que en la toma de  posesión Alejandro Tello.

Los personajes, las caras que desfilaron para el evento, esas sí fueron distintas. La mayoría desempolvo el traje guardado -hace 11 años- y hubo hasta quien olvido quitar las etiquetas de lavandería del traje rentado.

El recinto alterno situado en el Palacio de Convenciones, estuvo a su cupo máximo, pero no lucio abarrotado. Los organizadores del evento calcularon a propósito una discreta asistencia.

En torno a la ceremonia, hasta pocas horas antes de su inicio, se mantuvo el sigilo. La organización sin embargo fue buena., mejor de lo esperado. Ninguna demostración de influyentísimo ni afuera ni adentro del recinto, calma y serenidad en los asistentes. No hubo tumultos ni necesidad de filas.

En el estacionamiento había espacio para escoger, suficiente para todos. A la entrada del Centro de Convenciones las medidas sanitarias fueron tan importantes como el boleto de acceso, había que pasar por un detector de metales, sanitización completa con giro de 360°  para ser rociados con el líquido preparado, y de regalo un kit con un cubre bocas y gel antibacterial.

En el auditorio, destacó la presencia de gente común y corriente ataviada en modo ccasual: amas de casa con su ropa de todos los días, campesinos con atuendo de trabajo, indígenas wixáricas en traje típico. La invitación al evento no incluyo ningún código de vestimenta como si ocurría en otros sexenios.  Los de etiqueta se mezclaron esta vez con los de a pie, incluso algunos invitados especiales fueron acomodados más atrás.

A las 11.45 de la mañana David Monreal Ávila rendía protesta como Gobernador del Estado Libre y Soberano del Estado de Zacatecas

Minutos antes había sido recibido por una comisión de diputados de la LXIV Legislatura del Estado. El canciller Marcelo Ebrad, -que acudió con la representación del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador- fue escoltado de la misma manera hasta el templete.

Atrás de ellos, el arribo del senador Ricardo Monreal Ávila quién despertó aplausos y recogió la simpatía de los asistentes a su paso.

Recuperar la paz y la tranquilidad de Zacatecas, fueron las palabras que abrieron el discurso del ahora mandatario estatal, las que marcaran sin duda, uno de los ejes principales de acción del nuevo gobierno en la entidad, azotada por la violencia y la inseguridad, pues más adelante el mandatario lo ratificaba como tema de temas.

Zacatecas tiene todo para convertirse en un protagonista del desarrollo Nacional, dijo Monreal y advirtió que se acabaron los tiempos del influyentísimo “nadie podrá beneficiarse a costa de un cargo público, terminaron los tiempos en que el cargo era usado como método de enriquecimiento. Ahora deberán ser personas con vocación de servicio conscientes de que el pueblo pone y el pueblo quita”.

Ofreció someterse -a su debido tiempo- a la revocación de mandato: “con esto pondremos fin a la simulación del pasado de <<si no cumplo me voy>> acción no llevada a la práctica (por Alejandro Tello).

Anunció más y mejores oportunidades de empleo, desarrollo económico justo en los que nadie se quede atrás, con cuatro ejes rectores: minería turismo, campo e industria.

Aunque compasivo -no acuso ninguna acción legal contra los malos manejos del gobierno saliente- fue enfático y claro al denunciar y ratificar, que las
finanzas públicas del estado están en quiebra, la deuda ha alcanzado máximos históricos y los recursos fueron utilizados de manera poco eficiente.

“Recibimos un estado que enfrenta una verdadera emergencia social. El gobierno no tiene recursos ni siquiera para lo más elemental”.

Señalo que el Issstezac fue criminalmente saqueado, la seguridad pública está en su peor momento y los salarios apenas alcanzan para sobrevivir; los fondos para la educación no se han cubierto, hay muchas deudas por pagar y no hay recursos ni para salarios de la próxima semana. “esa es la realidad de Zacatecas.  Nuestro Estado agoniza”.

Hubo un aplauso solemne para el Presidente Andrés Manuel López Obrador “el mejor presidente de la historia”. Y agregó que a partir de hoy Zacatecas se une a la transformación que inicio hace tres años la Cuarta Transformación.

El discurso, tuvo una duración de poco más de una hora, y no falto aquella frase que abanderó durante su gobierno y distinguió el sexenio de Ricardo Monreal, el famoso “Si se pudo”.  Finalmente David Monreal llamo a una gran comunión social “no me dejen solo en esta lucha”.

A su llegada al recinto (alterno) de Palacio de Convenciones, el ahora Gobernador del Estado no reparo en establecer una interacción directa con los asistentes, saludo de mano y se acercó con extrema confianza a la gente. Al finalizar el evento los asistentes se abalanzaron sobre el gobernador del estado que no dudo en responder a los gestos espontáneos de la selectiva audiencia asistente al evento. Por primera vez, no hubo salutación, por lo que el pueblo de Zacatecas fue invitado a celebrar el inicio de la administración Monrealista con una verbena popular.