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Zacatecas primer lugar nacional en defunciones por muertes violentas

161.7 asesinatos por cada 100 mil habitantes, es el número que sube a Zacatecas al pódium de la violencia. En nuestro país los homicidios en manos del crimen organizado se han convertido en la principal causa de muerte en varones de 15 a 34 años.

Irene Escobedo López

Las muertes por homicidio, accidentes, suicidios o estrangulamientos vuelven a encender, una vez más, los reflectores sobre la entidad.

El triste récord surge de las “Estadísticas de Defunciones Registradas” correspondientes a 2021 y que confirman a Zacatecas como el estado con la más alta tasa de muertes violentas en el país, 161.7 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

En Zacatecas se convive a diario con la muerte. No hay excepción para nadie. La democrática muerte alcanza al entero territorio. Fresnillo, Guadalupe, Jerez o Monte Escobedo, en cada cercano o alejado rincón del estado se experimenta con dolor, impotencia y miedo, la pérdida de vidas, como resultado de la violencia e inseguridad. Es el estilo de vida que nos están imponiendo.

Las estadísticas se presentaron este miércoles en la Sala de Prensa del Instituto de Geografía e Informática (INEGI). Confirman que en Zacatecas se registraron y ocurrieron mil 776 homicidios durante 2021, la cifra más alta en el país, por número de habitantes y también la más alta desde 2017.

Esta vez no hay otros datos, los números oficiales del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública casi coinciden, indican que fueron mil 800 los que perdieron la vida por homicidio doloso y culposo. Pero en realidad, el total de víctimas por causas externas a una muerte natural o a una enfermedad fue de 2 mil 548 defunciones en la entidad, lo que, en un concepto más amplio, además de los presuntos asesinatos considera también las muertes por accidentes, suicidios, sumersiones o estrangulamientos.

A Zacatecas lo llevaron al pódium de la muerte no solo la incapacidad del Estado y la impunidad, también la desenfrenada lucha de las bandas del crimen organizado por el territorio, provocando caos, violencia, hasta inundar nuestra desértica geografía provocando que la ley de la selva sea un fenómeno cada vez más visible. En esa oscuridad no hay tregua para nadie. Cualquiera que le deba a la empresa (del narco) es un blanco.

El atraso en el pago de hasta cincuenta pesos -costo de una dosis de metanfetamina o marihuana- pueden ser una sentencia de muerte, sobre todo para los jóvenes.

En nuestro país los homicidios se han convertido en la principal causa de muertes en varones de 15 a 34 años. México genera de manera sistemática, las cifras de la inseguridad y sus víctimas, pero no cuenta con una radiografía de la farmacodependencia y quienes están siendo afectados. DIALOGO obtuvo un testimonio, posiblemente insignificante en medio de una realidad tan abrumadora, pero importante considerando el hermetismo que rodea a la venta y consumo de drogas.

Al principio y como era de esperarse el entrevistado duda, pero la promesa del anonimato lo anima a externar algunas frases. Varón mediana edad, consumidor de ‘drugs’ como les llama a los estupefacientes muy posiblemente en un intento por disimular el impacto auditivo, aunque visualmente no hay lugar a dudas.

*Hay demasiadas muertes, violencia, hay peligro para ti, para quien consume -cuestiono. *Sí porque le debemos a la tienda (distribuidor de estupefacientes) y si no pagas no te la perdonan, ni siquiera una dosis.

A la empresa (organizaciones criminales) pagas porque pagas. A veces hay acuerdos porque tienes camaradas (conocidos). De eso puede valer tu vida, depender pues. Te facilitan mercancía y te ofrecen cada vez más, si ven fidelidad o que eres fácil, hasta un cuarzo (piedra grande de cristal) para que lo roles. Uno cree que al menos así pagará su consumo. Te lo acabas consumiendo todo”.

*¿Has buscado alejarte? *La sustancia está en mi cuerpo. Anda adentro siempre. Del cristal ya no se escapa uno. Mi cuerpo pide la dosis, ”, responde citando también una frase de un rap que recita a memoria y que parece entusiasmarle, luego sus respuestas son tarareando:

*“¿Estás drogado ahora?, Simón, cuatro con 20 horas provisora condecora el corazón y mis historias son, de porros de a tostón.

Que saben a hidrofón y tienen olor a scron” Para él, como para muchos jóvenes de su condición el rap de iluminatik, popular solo entre consumidores, tiene un gran simbolismo, es un escape, una manera de lanzar aquel grito desesperado que explica el dolor de sentirse solos e inmersos en el consumo de drogas, de donde muchas veces el único escape es morir.

En ese mundo de los consumidores de sustancias nocivas la puerta está siempre abierta, pero salir, no depende de la sola voluntad: «al final casi siempre ya no hay para pagar lo que se debe, menos para volver a comprar ¿y qué nos queda? Morirnos solos.

La vida de uno está en manos de otros, a veces de nosotros mismos”, explica y se aleja sin previo aviso. Más allá de los registros, respecto a las muertes violentas, no se cuenta con una resolución de los casos, se sabe la forma, se conoce la causa, los delitos casi siempre son cometidos con arma de fuego o instrumento punzo cortante.

Hasta ahora no se conoce oficialmente el motivo. Las carpetas de investigación solamente se inician en la mitad de los casos que se siguen.

El 90 por ciento de los delitos nunca se denuncia y no hay carpetas de investigación. Asimismo, hay un porcentaje de las muertes accidentales y violentas que se han clasificado como eventos de intención no determinada.

Lo anterior porque la información disponible en el certificado de defunción no permite clasificar la muerte como un presunto homicidio, presunto suicidio o presunto accidente, pero dados los mecanismos de lesión se presume que la causa fue un posible ahogamiento o sumersión, estrangulamiento, ahorcamiento y sofocación, envenenamiento y exposición a sustancias nocivas.