Por Irene Escobedo López

La gravedad del Covid en Zacatecas parecería no tener pies ni cabeza. La pandemia se está manejando con la misma filosofía y conservadurismo con el que se han afrontado antes otras crisis en el Estado. Parecería que volvimos a lo mismo de aquel famoso “Yo no la maté”, ahora como entonces, nadie quiere cargar con la responsabilidad. Las culpas continúan a repartirse no solo desde el despacho del Ejecutivo, sino ahora también desde la Presidencia del DIF, desde la ciudadanía y hasta en los medios de comunicación. El Gobernador dice que algunos medios le dan la culpa a él, mientras la Presidenta Honorífica del Sedif culpa a la ciudadanía. Los Ciudadanos culpan a las autoridades por la falta de rigidez y así por el estilo. Si todos nos lavamos las manos y jugamos al “…yo no fui, fue Teté” entonces quién va a ponerle orden y concierto al grave problema. Con solo ambivalencias ningún resultado positivo será posible alcanzar para frenar los contagios por Coronavirus en Zacatecas. El debate es claro, pero poco fructífero. Nadie quiere sentirse culpable sería como cargar en la conciencia la responsabilidad de lo inevitable. La Pandemia no debería afrontarse con contradicciones, ambigüedades o polarizando el problema. Cada uno tenemos una parte que nos hace responsables de que los contagios no se logren frenar, pero también se requiere poner orden, se necesitan pies y cabeza sin repartir culpas, sino más bien asumir responsabilidades. Ahora como “entonces” se requiere una única cosa, ser parte de la solución.