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UNA FLOR DE PAZ

Amparo Berumen

La Tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la avaricia de cada hombre. Mahatma Gandhi.

Con la honrosa presencia del Embajador de la República Árabe Saharaui Democrática en México, Ahmed Mulay-Ali Hamadi, Café Cultura y la Asociación Tamoanchan presentamos en Tampico hace algunos años, el proyecto binacional Música y Palabra, una Flor de Paz, investigación coordinada por el antropólogo e historiador Noé Germán Cordero Tapia, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.

El cauce de este proyecto fue encontrar analogías en las voces culturales, “particularmente en la música y la poética musical, de dos pueblos poseedores de saberes ancestrales y que comparten, de acuerdo a su historia, contacto con una misma cultura y una segunda lengua: el pueblo saharaui de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el norte de África, y el pueblo huasteco–nahua de la región norte del estado de Veracruz, México –apuntó el historiador Cordero Tapia–. No es azarosa la elección de ambas regiones por su particularidad: la historia nos unió como dos culturas en lucha por el derecho a la autodeterminación ante un gobierno que estaba decidido a mantener el control político y financiero sobre las aspiraciones independentistas, como fue el caso de España en América y en África.

La convergencia de las dos historias ancestrales no es el único fundamento de la propuesta; también su situación actual y las formas de resistencia en ambos pueblos, justifican el presente trabajo de investigación.

La resistencia y la defensa de la identidad no solamente se manifiestan en el terreno de la lucha armada, también los procesos culturales tienen una gran significación para expresarse ante la falta de respeto a los derechos humanos, al derecho internacional, y al derecho a la autodeterminación que son denunciados por los pueblos a través de su música tradicional y moderna, buscando la paz».

Dicho trabajo se logró desarrollar favorablemente en los municipios de Citlaltépec y Chontla en el estado de Veracruz, México. Y asimismo en territorios y campamentos de desplazados RASD en Argelia, y en Madrid y Barcelona, España.

La revisión exhaustiva de acervos y fuentes locales y extranjeras, fue encaminada esencialmente a entender el devenir histórico de los dos pueblos estudiados, exponer sus condiciones de desplazamiento, comprender su situación actual a través de las expresiones culturales de música y palabra, tener como informantes a los grupos musicales y a los protagonistas (particularmente los ancianos) sobrevivientes a la expulsión de su tierra.

Recurrir a una segunda lengua en las prácticas culturales, encontrar las similitudes existentes de transmisión oral y temas que paralelamente sean abordados en las canciones tradicionales y modernas de los grupos culturales, han sido algunas de las metas a alcanzar. De la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el Maestro Cordero Tapia escribe: «Hacia el último cuarto del siglo XIX, África se convulsionaba ante el avance de las fuerzas colonialistas europeas deseosas de repartirse el continente entero; Francia, Inglaterra, Alemania, Portugal, entre los más poderosos, llegaban a acuerdos sin tomar en cuenta las opiniones de los pueblos originarios, y establecían una nueva geografía del sur, centro y norte de África.

Una vasta región fue configurada a base de fuego, muerte y persecuciones, mientras otra era cedida para su administración (mediante la aprobación de un consejo colonialista europeo, Conferencia de Berlín, 1884). El Sahara Occidental correspondía a este último control, que dominó la existencia del pueblo saharaui (confluencia de aproximadamente de una veintena de tribus nómadas de beduinos) durante más de La Tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la avaricia de cada hombre. Mahatma Gandhi. una centuria.

La nación completa comprende la necesidad de manifestar sus deseos de independencia a partir de los años cincuenta del siglo pasado. El gobierno español (ya muerto Francisco Franco) decide, en 1975, abandonar a su suerte al pueblo saharaui mediante la retirada de sus tropas, después de acordar con Maruecos y Mauritania, ilegalmente, que eran ellos quienes decidirían la suerte del pueblo del Sahara Occidental. (…)

Las peticiones de respeto se han llevado a las máximas tribunas internacionales para que se apliquen las resoluciones que han emanado desde ellas: Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización de la Unidad Africana (OUA), Liga de los Estados Árabes. Fue creada la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) con el fin de resolver el conflicto, pero los trabajos en ese sentido, han sido bloqueados por la monarquía marroquí».

El estudio Música y Palabra, una Flor de Paz, subraya la importancia cultural de la música y su influencia en los procesos de resistencia como objeto de estudio. Los pueblos saharauis y huastecos–nahuas, poseen y comparten la gran riqueza en sus expresiones estéticas como la tradición oral, dancística, musical, poética, que conforman entre otras riquezas su Memoria Histórica.

Ello les ha permitido salvaguardar estos valores originarios en medio de la tormenta… A través de sus ritos y ceremonias, los pueblos del mundo celebran su respeto y amor por la Tierra, la Vida, sus deidades, el libro del tiempo, el Cosmos… Y todo surge como evidencia de su libertad, a fin de “no sufrir violencias y agravios en lo individual y en lo colectivo dentro de su estructura social.

Los pueblos de África y América, tan distantes geográficamente, comparten usos similares de la música y la poética, al amalgamar su pasado con su presente en la búsqueda de su futuro». ENVÍO: En su visita a Tampico, el Embajador Ahmed Mulay–Ali Hamadi, distinguió a quien esto escribe con la banda como embajadora del pueblo saharaui en Tamaulipas.