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¿Se restaurará la Vicepresidencia?

Jaime Santoyo Castro

Entre las propuestas de reforma electoral se va perfilando una que proviene de los partidos de oposición orientada a restaurar la figura de la Vicepresidencia en México, ausente desde el asesinato de José Ma. Pino Suárez y hay que empezar por decir que los recuentos que hace nuestra historia no son gratos debido a las numerosas pugnas personales de las guerras civiles en el siglo antepasado y principios del pasado.

La Vicepresidencia en México se estableció en la Constitución de 1824, y la principal misión era la de sustituir al Presidente en sus ausencias, siendo Nicolás Bravo el primer Vicepresidente, quien se levantó en armas contra el Presidente Guadalupe Victoria; le siguió Anastacio Bustamante que se levantó en armas contra Vicente Guerrero. Don Valentín Gómez Farías fue Vicepresidente sustituyendo casi sin sobresaltos en cuatro ocasiones al Presidente López de Santa Ana.

La promulgación de las Siete Leyes de 1836, puramente centralistas, puso fin a la Primera República y a la figura del Vicepresidente y durante este periodo existió una gran cantidad de presidentes interinos y hubo un solo vicepresidente, Nicolás Bravo, quien dejó el cargo con la caída de dicho régimen.

En 1843, bajo la presidencia de Anastasio Bustamante, se promulgaron las Bases Orgánicas de la República Mexicana, que daban facultades de veto extraordinario al Poder Ejecutivo, convirtiéndolo en un poder dictatorial y que se traducía en un extraordinario poder de reelección vitalicia en favor de López de Santa Anna, por lo que los liberales de entonces se levantaron en armas dejándola sin efectos y restituyendo la vigencia de la Constitución de 1824, con el Acta de Reformas de 1847.

Tras el derrocamiento de Antonio López de Santa Anna, se promulgó la Constitución de 1857, misma que no consideró la figura del vicepresidente, y estableció que en caso de ausencia del titular del Poder Ejecutivo, el presidente de la Suprema Corte de Justicia asumiría el cargo.

Una vez iniciada la etapa dictatorial del Porfiriato, se realizó una reforma a la Constitución en 1896 para establecer como suplente del presidente al secretario de Relaciones Exteriores o al secretario de Gobernación. Sin embargo, una nueva reforma en 1904 extendió el mandato de la presidencia de 4 a 6 años y se reestableció la vicepresidencia, siendo Ramón Corral el Vicepresidente con Porfirio Diaz.

Luego Abraham González fue Vicepresidente durante el breve interinato de Francisco León de la Barra, en tanto que José María Pino Suárez lo fue con Francisco I. Madero, y recordemos que en el golpe de estado militar fue obligado a renunciar y posteriormente asesinado junto con Madero.

La figura de la Vicepresidencia, como lo dijo Carranza, “Llegó a tener una historia tan funesta, que en vez de asegurar la sucesión presidencial de una manera pacífica en caso inesperado, no hizo otra cosa que debilitar al gobierno de la República.

La Constitución de 1917 la eliminó y determinó en los artículos 84 y 85 la forma de sustituir al Presidente, que en sus faltas temporales lo hará quien ocupe la Secretaría de Gobernación y en las faltas definitivas prevé una nueva elección si la falta se produce durante los dos primeros años y la designación por el Congreso de la Unión en el caso de que la ausencia se produzca después de transcurridos dos años.

Habrá entonces que profundizar mucho en torno a la conveniencia o no de revivir la la figura de la Vicepresidencia.