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Se manifestaron los músicos de Jerez

Exigen su derecho a trabajar en el centro de la ciudad.

A las doce horas del pasado viernes 6, se dejó escuchar inesperadamente con muy alto volumen la música en el pueblo, por las calles adyacentes a la calle Emilio Carranza la gente transeúnte, empleados y propietarios de comercios asomaron con curiosidad a ver a qué se debía tan fenomenal sonido. Y es que desde la glorieta García Salinas arrancaron con rumbo a la presidencia municipal alrededor de 70 músicos con sus instrumentos, armonizando la misma pieza. Al frente llevaban una manta en donde exigían derecho a trabajar, dirigida a las autoridades municipales. En el recorrido no dieron vuelta inmediatamente hacia la Presidencia, sino que continuaron hasta el mercado y en la calle Morelos rodearon hacia la García Salinas, retomaron Álvaro Obregón y se detuvieron frente a la presidencia, ahí gritaron por la presencia del presidente municipal que se encontraba en la ciudad de Zacatecas, al ser informados de esto, el secretario de gobierno municipal Samuel Berumen, los invitó a pasar a la sala de cabildo para poder hablar entre todos. Cuando llegaron a la presidencia, en el camino se les habían sumado otros tantos músicos y familiares que los acompañaron.

Eran las cuatro de la tarde y las pláticas habían conducido a ciertos acuerdos que se reflejarían en un convenio jurídicamente sostenido y redactado por la asesoría jurídica municipal. En términos objetivos y sin cláusulas detalladas, prácticamente el convenio contrae el acuerdo de que durante la temporada navideña los músicos podrán regresar a tocar en la calle con tráfico vehicular del jardín Rafael Páez, cosa que era prácticamente la única que han tenido que respetar de las últimas reglamentaciones que resultaron de la actual administración municipal -además de cierto horario- para prevenir la pululación de la prostitución que surge ante el ambiente mezclado de consumos y música a toda hora en este tan único centro de la cabecera municipal.

Habrá un padrón que los mismos músicos realizarán de su gremio para alcanzar equidad y equilibrio en la competencia de su trabajo. Una de las insistencias es el permiso de poder “tocar” en la esquina del bar “carta blanca”.

Otro aspecto del convenio seria la implementación de una consulta a la ciudadanía jerezana de “abrir” nuevamente los horarios y lugares de música, o conservarlos como últimamente se vino haciendo y que resultó en la protesta de los músicos.
La posibilidad de trabajar en las aéreas peatonales y la denominación de los “domingos familiares”. Surgieron anexamente otros temas de manera mutua, como el tener que ampliar las vigilancias y respeto de parte de los expendios de cervezas, vinos y licores, ya que en los últimos años el exceso de alcohol en la vía pública ha puesto a Jerez como un pueblo sin orden y sin leyes.

Hubo los campesinos que observando el asunto dijeron, desde: “ya ni nosotros que de verdad necesitamos exigir porque somos los que producimos la comida…” hasta los que dijeron: “ojalá y se enojaran más seguido para que le siguieran con la música gratis, tan cara que la dan…”.

De tal manera es que se espera que el convenio agote inmediatamente los desajustes que por una parte la sociedad pide para evitar que donde haya música se convierta en lugar impasable para las familias por los consumos y los actos indebidos que todo esto junto contrae y por otra parte persista la tradición de un Jerez musical.