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Sábado de gloria: lo bueno, lo malo y lo feo

Luego de dos años de no realizarse, la cabalgata charra del Sábado de Gloria volvió a Jerez; muchos esperaban con ansias el regreso de esta singular tradición ya sea porque deseaban formar parte de ella o en espera de una muy necesaria reactivación económica luego de los estragos causados por la pandemia.

Lo bueno, fue que pese a las circunstancias adversas, se pudo realizar de forma adecuada y en relativa paz, pues no hubo incidentes graves que hayan trascendido; además la afluencia de visitantes -y la consecuente derrama económica- fue notoria, aunque no como la de otros años, previos a la pandemia y la crisis de inseguridad en nuestro estado que se conoce en todo el país. En pocas palabras, el objetivo, que era traer algo de movimiento económico, aunque fuera de manera reducida, se logró.

Lo malo, es que por el tipo de eventos privados que se realizaron en torno a este Sábado de Gloria y la manera en que degenera el comportamiento de muchas personas conforme avanzan las horas y el estado etílico se intensifica, pareciera que no encontramos una mejor manera de atraer turismo sin comprometer la integridad de la infraestructura pública y privada y, sobre todo, la integridad de muchos jerezanos que se ven expuestos a los peligros causados por conductores en estado de ebriedad -que abundaron durante el día y la noche- y demás imprudencias causadas por el consumo excesivo de alcohol.

Lo feo, la falta de cultura -que a nadie sorprende- por parte de cientos de personas que dejan las calles de nuestro Jerez convertidas en un pestilente basurero… y por si eso no fuera suficiente, las labores de limpieza más o menos profunda -con agua y jabón, vaya- se realizaron hasta la madrugada de este miércoles; tres días tardó en hacerse lo que debió ocurrir durante las primeras horas del domingo. Si la derrama económica no es suficiente para justificar el dar limpieza inmediata y completa a las calles de nuestro Pueblo Mágico las veces que sea necesario, entonces habría que replantear la conveniencia de estos eventos.