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Riesgo sanitario en tianguis; ante desempleo prolifera venta de ropa usada

Ácaros, piojos, bacterias son foco de infección, prendas de ‘paca’ podrían provenir de morgues y hospitales ha advertido continuamente el SAT

Por Irene Escobedo López

La caída del empleo, La desocupación y disminución de los ingresos durante el 2020, provocó que se incremente la venta de ropa usada tanto en tianguis y mercados como en negocios semi-fijos. Ahora el consumidor, como consecuencia de la crisis económica y sanitaria, busca también productos a menor costo sin considerar los posibles riesgos a su salud acrecentando un mercado que aún en tiempos de pandemia equivale a 4 mil 300 millones de dólares al año a nivel global, como producto de la reventa.

Aunque se estima que en Zacatecas de agosto a la fecha hay una importante recuperación de empleos, cifras oficiales revelan que el primer semestre del año 2020 cerró con 6 mil 972 empleos formales perdidos. Muchos de éstos ahora desempleados, han buscado opciones en la economía informal, una de ellas la venta de ropa usada.

Según la revista Forbes, el de la ropa de segunda, usada o de paca, es un gran negocio a baja casi nula inversión pero en torno al sector giran miles de millones de pesos. Tan sólo en Estados Unidos sus habitantes descartan en promedio 36 kilos de ropa al año, ésto convierte al país del Norte en el principal proveedor de ropa usada a nivel mundial de la que obtiene alrededor de 687 mdd según datos revelados por la revista Forbes.

México ocupa el sexto lugar, al recibir 30 millones de dólares en ropa usada, mientras Canadá, Chile y Guatemala son los principales destinos de esta ropa. El número de empresas mexicanas y en particular de Zacatecas que se dedican a la importación de mercancía usada es desconocido, ya que la mayoría de las veces se interna de manera ilegal. No existen tampoco registros del número de comerciantes dedicados a la venta de ropa de paca, pero en cada tianguis o mercado se encuentran estas prendas de segunda.

A raíz de la pandemia, muchos locales fijos se han habilitado también para la venta de ropa usada, nadie revela su procedencia y al parecer no hay un control sanitario y tampoco hay una norma para la venta o uso de la misma, pese a que la Comisión Federal para Prevenir Riesgos Sanitarios Cofepris ha alertado de posibles riesgos en su consumo.

Para Lucía Naomi Ortiz, ama de casa que lleva sola la economía de su hogar y educación de sus hijos, dedicada a la venta de ropa de segunda en tianguis y mercados, este negocio le permite sortear los gastos básicos de la familia. Los domingos asiste puntual a la venta, en uno de los espacios más concurridos para la compra de ropa usada, la Colonia Tierra y Libertad de Guadalupe en Zacatecas.

La colonia es emblemática, representativa de una de las realidades más crudas de nuestro Estado. Es uno de los sectores poblacionales que reúne todos los rubros de la problemática social existentes: pobreza, marginación, ocupación abusiva de terrenos, inseguridad, gente en situación de calle.

En este sitio, en este tianguis improvisado convergen personas de escasos recursos que tradicionalmente han adoptado como forma de consumo la mercancía de segunda mano. Leticia dice que logra sacar para sus gastos semanales “moviéndome también a otros tianguis como Trancoso y Sauceda, a veces La Zacatecana, pero allí la gente no quiere pagar”.

El costo por exhibir su mercancía es de 10 pesos que se pagan a funcionarios de plazas y mercados. La ropa se muestra en el piso, sin ganchos “porque a la gente le gusta revolver para encontrar lo que busca”. ¿Qué hay del Covid y de todos los virus o bacterias que pudieran traer las prendas? –cuestionamos- Ningún bicho ni coronavirus – enfatiza.

La comerciante asegura que las prendas vienen en pacas que son desinfectadas en los Estados Unidos, pero no puede dar nombre de proveedores ni empresas. Otra vendedora competencia de Leticia corrige en voz alta: No toda la ropa es Americana, mucha gente anda de casa en casa juntando de todo, ropa o cosas, fierros, hasta ropa interior. ¿Y la Cofepris, viene hasta aquí o salubridad? -No hay respuesta no saben que existe la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios.

La rivalidad es mucha, los mismos comerciantes hacen difícil que gente nueva llegue a los tianguis, son los que ejercen el control. Los propietarios de viviendas contiguas tampoco permiten que la gente descargue sus mercancías a las puertas de su casa porque les roban los clientes. Tampoco hay filtros sanitarios.

Se ven muchos más cubre bocas que antes pero en los puestos de comida no hay opción, se usa de gargantilla. En esta zona sopla mucho el viento, las calles algunas sin pavimentar provocan polvaredas, partículas que finalizan sobre las prendas de vestir, incluso aquellas aparentemente desinfectadas. Los puestos de comida callejeros son permanentes, aún sin tianguis. Hay animales deambulando, seguramente abandonados, la apariencia deteriorada y en búsqueda de alimento lo confirma.

Nadie parece temer ni al polvo, la suciedad o posibles bacterias o virus sobre las prendas. Dos clientas se disputan la misma blusa, cuesta apenas 15 pesos, pero hay prendas de 5, 10 y hasta 30 pesos. ¿No le gusta esa otra? –preguntamos- No, esa no es americana –dice una de ellas con fastidio.

Mediante comunicados el Servicio de Administración Tributaria SAT, habría alertado que la ropa de segunda que ilegalmente ingresa al país y que proveniente de la Unión Americana, constituye un riesgo sanitario ya que de acuerdo con reportes e investigaciones mucha de esta ropa pudo haber sido recolectada en morgues y hospitales.

Solamente durante el primer semestre de 2019, el SAT habría decomisado más de 129 toneladas de ropa usada que de acuerdo con estimaciones del organismo, de ser comercializadas en el mercado ilegal, alcanzarían un valor comercial de más de 19.4 millones de pesos y una omisión de contribuciones, derivada de su importación y en su caso su enajenación en territorio nacional, de 11.9 millones de pesos.

La afluencia al tianguis es constante. Las amas de casa compran verduras, casi nadie frutas. Muchos comen en los puestos de gorditas, perros calientes. Todo tipo de mercancías se mezclan. Lo mismo se encuentra un puesto de pollo que de ropa usada, tostadas, carnitas, verduras y es un sistema que se repite en cada tianguis y mercado sobre ruedas de la Entidad, donde los riesgos sanitarios proliferan exponiendo a la población consumidora a todo tipo de bacterias principalmente a la que adquiere ropa de paca, por falta de cuidado en las prendas de segunda mano.

Fotografía: Agencia Cuartoscuro