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Resurge con júbilo fervor guadalupano

Irene Escobedo López

Católicos acogen dispensa del Papa y salen a celebrar a la “Morenita”

A cinco siglos de su aparición el fervor, el amor y la devoción a la Virgen de Guadalupe se ha vuelto a manifestar entre los mexicanos. Este 2021, ha sido el año del reencuentro con la fe y el culto a la morenita. 

La celebración, ya no admitió pausas. En medio de una pandemia, aún sin desenlace, florece la lealtad y el amor a la Guadalupana. De acuerdo a la tradición templos, capillas, hogares, colonias esta vez se han desbordado de música, rosas y alabanzas, misas y novenarios a la morenita., ante la mirada vigilante del Episcopado Mexicano que ahora, no pudo detener la efervescencia religiosa, contenida desde hace un año en los católicos, cuando los festejos fueron limitados ante la contingencia sanitaria. 

Los fieles se acogieron a la dispensa, el permiso especial que el Vaticano otorgó para que en México y solo en este país la Solemnidad de Santa María de Guadalupe pudiera realizarse.  El Papa Francisco lo llamó el “domingo de la alegría”, aunque los novenarios, altares y serenatas comenzaron con anticipación. El decreto que daba luz verde a la celebración que coincide con el tercer domingo de adviento, fue aprobado por el Papa y difundido en septiembre pasado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM.

La decisión fue catalogada por los Obispos del CEM como “un gran gesto de benevolencia del santo padre para México”. Para la celebración de hoy domingo, la iglesia autorizó utilizar los textos litúrgicos de la solemnidad a la Virgen del Tepeyac, aunque la segunda lectura será la del tercer domingo de adviento.

En Zacatecas, en cada parroquia dedicada a la advocación a Santa María de Guadalupe, la Solemnidad fue organizada de acuerdo a las costumbres y tradiciones, pero además bajo un protocolo sanitario establecido por la Diócesis que no fue sencillo cumplir a cabalidad.

 ¿No estoy aquí yo, que soy tu madre?

¿Qué es lo que ha motivado al pueblo guadalupano, a regresar con tal fidelidad a celebrar el culto a la virgen del Tepeyac?

La Virgen de Guadalupe es para todos símbolo de esperanza, pero también de consuelo en medio de las crisis, violencia y la aflicción. En ocasión de su encuentro con la Morenita, en su viaje apostólico a México en 2016 el Papa Francisco la presenta:

“Ella custodia sus más altos deseos, sus más recónditas esperanzas; Ella recoge sus alegrías y sus lágrimas; Ella comprende sus numerosos idiomas y les responde con ternura de Madre porque son sus propios hijos”.

¿No estás bajo mi sombra y resguardo?

Venerada en el santuario mariano más importante de América la Basílica de Guadalupe, y por número de peregrinos el segundo después de San Pedro en Roma, a donde acu-

den 19 millones de peregrinos al año y más de 95 mil personas lo visitan el 12 de diciembre, la Guadalupana, patrona de México (proclamada por Pio X y Benedicto XIV) está siendo venerada con altares, mañanitas, misas con mariachi, peregrinaciones, representaciones teatrales y procesiones.

A pesar de las restricciones todavía vigentes, lejos quedó el 2020 cuando el pueblo guadalupano fue convocado por la Iglesia a festejar desde sus casas encendiendo una vela, siguiendo la misa virtual por internet, haciendo un sacrificio, rezando el rosario.

El júbilo de la devoción Mariana va más allá de nuestras fronteras, como Emperatriz de América, “está igualmente presente en la vida de tantos otros pueblos y naciones de América Latina, presidiendo y guiando no sólo su pasado remoto o reciente, sino también el momento actual, con sus incertidumbres y sombras”, nos ratifica San Juan Pablo II en su homilía ante el Santuario de Guadalupe, del 27 de enero de 1979, archivada en la Biblioteca Librería Editrice Vaticana.

¿No soy yo la fuente de tu alegría?

En torno a la Virgen de Guadalupe hay milagros, fe y esperanza de todo un continente que le rinde culto a través de sus diferentes advocaciones. En países como República Dominicana, Brasil y Argentina se le ha dado un título diverso, pero mantiene siempre la advocación mariana y la imagen morena.

El pueblo dominicano la conoce como Nuestra Señora de la Altagracia, advocación mariana católica considerada como madre protectora y espiritual; Nuestra Señora de la Aparecida o Nuestra Señora de la Concepción Aparecida es la advocación mariana patrona de Brasil. Su santuario se localiza en Aparecida, en el Estado de São Paulo. Nuestra Señora de Luján es una de las advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen morena en el catolicismo. Se le considera patrona de Argentina.

“Ella custodia sus más altos deseos sus más recónditas esperanzas; Ella recoge sus alegrías y sus lágrimas; Ella comprende sus numerosos idiomas y les responde con ternura de Madre porque son sus propios hijos”. Papa Francisco.

¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?

En el documento María en las Liturgias y en las Devociones Marianas, se describe como el papa Pablo VI proclama a María como modelo perfecto de culto: “ella es la Virgen que escucha, modelo para la Iglesia que medita, acoge, vive. La Virgen orante, en relación con el Espíritu Santo, que exulta las alabanzas a Dios en el Magníficat, la Virgen intercesora en Caná, modelo para la intercesión de la Iglesia, la que espera y suplica por el Espíritu Santo en Pentecostés, además, la Virgen que ofrece en el templo de Jerusalén y en el Calvario, en sus dos aspectos, activo (ella ofrece a su Hijo) y pasivo (ella se ofrece) es un modelo para la oración litúrgica de la Iglesia.

¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?

Haciendo referencia a la Virgen de Guadalupe, El Papa Francisco en sus reflexiones, está seguro de que México y su Iglesia llegarán a tiempo a la cita consigo mismos, con la historia, con Dios. “Tal vez alguna piedra en el camino retrasa la marcha, y la fatiga del trayecto exigirá alguna parada, pero no será jamás bastante para hacer perder la meta. Porque, ¿puede llegar tarde quien tiene una Madre que lo espera?”.

Que ninguna otra cosa te aflija, te perturbe

Los católicos en México son el 80 por ciento de una población de más de 120 millones de personas, 22.3 millones de víctimas de delitos, 55.7 por ciento en pobreza extrema, 2.5 millones de personas sin empleo. La petición de San Juan Pablo II en 1979, ante la mirada misericordiosa de la Virgen Morena sigue vigente:

“Haz que todos, gobernantes y súbditos, aprendan a vivir en paz, se eduquen para la paz, hagan cuanto exige la justicia y el respeto de los derechos de todo hombre, para que se consolide la paz”.

1531 marcó el inicio de la fe, devoción y tradición Mariana y hoy el pueblo ha querido mirarla de cerca e ir una vez más con todo el fervor, al encuentro con la Morenita, dejarse abrazar de su misericordia y curar las profundas heridas de los corazones.

¡Reina de la Paz! Salva a las naciones y a los pueblos de todo el continente, que tanto confían en Ti, de las guerras, del odio y de la subversión. San Juan Pablo II.