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Que las buenas nuevas corran

Irene Escobedo López

El Gobierno federal parece tener mucha prisa en garantizar que nadie se equivoque a la hora de participar de la Consulta de Revocación de Mandato programada para el próximo 10 de abril.

Desde Morena no solamente se apresuró (tardíamente) a integrar y aprobar el Decreto para facultar a funcionarios y políticos de niveles inferiores para que puedan darle una ‘manita’ a la difusión del referéndum, con recursos públicos claro, sino que además toda información oficial que sirva para presumir que se está trabajando bien se está difundiendo a todo vapor en las mañaneras.

Desde el pasado jueves, adelantándose 3 días a la fecha que hasta ahora había sido rigurosamente respetada, se dieron a conocer los índices de incidencia delictiva del mes inmediato anterior; el presidente quiere que todo México se entere de que hubo una disminución en las cifras de homicidios dolosos y otros delitos del fuero común.

Es tal el apuro para que las buenas nuevas corran que también en la página del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública desde el jueves 17 de marzo estaban listas las estadísticas delincuenciales de febrero, con la leyenda: “publicadas el 20 de marzo”, menos mal que no era esquela o habrían enterrado antes a algùn difunto.

Las intenciones son muy claras, urge allá arriba, que le dé la luz del día a lo bueno que está sucediendo en México, aunque no sea consecuencia de una estrategia, porque una ayudadita les dio el hecho de que este febrero corresponda a año bisiesto y que, por aquello de los besos y abrazos, en una de esas y hasta el 14 de febrero contribuyó. Lo cierto es que las muertes dolosas en México más allá de las cifras al alza o a la baja, siguen siendo un episodio infinito, el número de víctimas es atroz y muchos asesinatos siguen siendo impunes, pocas veces hay culpables y cuando los hay quedan libres por insuficiencia de pruebas y estas también son cifras que habría que sacar a presumir a todo vapor, aunque sin repique de campanas.