Durante el mes de julio, se han reportado tres casos de mexicanos desaparecidos en el extranjero, lo que ha generado preocupación tanto en sus familias como en la comunidad mexicana en el exterior.

El primer caso ocurrió a principios de julio, cuando Carlos Tomás Aranda Burgoin, de 30 años y originario de Oaxaca, desapareció en Columbia Británica, Canadá. La última vez que fue visto fue el viernes 7 de julio en Brar Fruit Stand & Orcharnd en la localidad de Osoyoos. Carlos Tomás mide 1.75 metros, tiene tez clara, un lunar en el cuello y una barba en forma de candado. Al momento de su desaparición, vestía pants gris con chamarra verde y negra, además de tenis negros.

El segundo caso corresponde a María Fernanda Sánchez Castañeda, de 24 años, quien fue reportada desaparecida en Berlín, Alemania, el 22 de julio. La joven fue vista por última vez tras salir de su apartamento en Büchnerweg y no ha regresado desde entonces. María Fernanda mide entre 150 a 155 centímetros de altura, pesa alrededor de 50 kilos y tiene el pelo largo y oscuro, además de tatuajes en los brazos. Se encontraba estudiando una maestría en Berlín.

El tercer caso involucra a José Esquivel Franco, de 35 años y originario de Michoacán, quien se encontraba en Bruselas, Bélgica, cuando fue visto por última vez el pasado 12 de julio en la estación del Metro de Maelbeek. Dejó de comunicarse con su familia, quienes reportaron su desaparición. Aunque su hermano César Esquivel contactó a la Embajada de México en Bélgica, no ha recibido apoyo ni se ha difundido una ficha de búsqueda en las redes de la representación diplomática mexicana. Según informó Marco Appel, corresponsal mexicano del portal Underground, el día que desapareció José, fue detenido por la policía el 13 de julio por un incidente catalogado como «agravio». Supuestamente, la policía lo trasladó a un hospital y luego lo liberó, pero no hay señales de su paradero. José Esquivel Franco tiene un tatuaje en el brazo derecho, es de piel morena, de complexión robusta, mide aproximadamente 1.80 metros y vestía una playera azul marino el día de su desaparición.

Estos casos han causado inquietud entre las comunidades mexicanas en el extranjero y han generado llamados a las autoridades para intensificar los esfuerzos de búsqueda y apoyar a las familias afectadas en su búsqueda de respuestas.