Navegar / buscar

Política, no justicia

 

-Por Gilberto González Acevedo

Hace unos días nos enteramos de que la ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo recuperaba su libertad; ante los medios su abogado daba la noticia de que la maestra estaba libre y no se encontraba ya en ese departamento donde, por supuestos motivos de salud, se encontraba en arresto domiciliario.

Ahí mismo se informó que ella daría una rueda de prensa que coincidía con el regreso a clases. Normalmente el presidente realiza un acto por la mañana para dar inicio al ciclo escolar, pero en esta ocasión se recorrió a la tarde, por lo que los reflectores se enfocaron en la reaparición pública de Elba Esther, ahí, entre otras cosas dijo que ella había sido perseguida política, que nunca hubo malos manejos de los recursos del sindicato y que su madre -quien fue maestra rural- le había dejado una herencia por 373 millones de pesos y que se echaría atrás la reforma educativa.

En esa rueda de prensa salió la maestra a querer vernos la cara a los mexicanos, a restregarnos que en México la justicia no existe o es selectiva. No había pasado ni una semana de esto cuando la PGR anunció que no tenía pruebas suficientes contra Javier Duarte para acusarlo por delincuencia organizada, por lo que se modificó la acusación a asociación delictuosa, que al no considerarse tan grave abre la puerta para que enfrente su proceso en libertad.

En una misma semana tuvimos dos pruebas enormes y de alto perfil que nos dicen que en México la justicia no funciona y no funcionará mientras sea la política la que decide quién entra y quién sale de la cárcel, a quién se persigue y a quién se le da fuero para que regrese al país sin temor. De ahí la importancia de tener una Fiscalía General de la República independiente, capaz y con la fuerza suficiente de llevar la justicia a quien sea en las circunstancias que sean. Tenemos ejemplos de otros países -algunos de Latinoamérica- en donde las fiscalías generales han llevado a juicio a expresidentes e incluso a presidentes en funciones. En México vamos muy atrasados en el tema, y lamentablemente al presidente electo parece no agradarle la idea de tener una fiscalía fuerte e independiente pues siempre se ha pronunciado a favor de que siga siendo el presidente quien elija al fiscal, una fórmula que no ha hecho más que politizar la justicia en nuestro país.