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PARTICIPACIÓN SOCIAL PARA RECUPERAR LA PAZ

Jaime Santoyo Castro

Hoy en día las notas que atraen los espacios noticiosos, lamentablemente, son aquellos que dan cuenta de los innumerables hechos criminales, desapariciones de personas, secuestros, robos, asaltos, asesinatos de policías, taxistas, periodistas, etc, además, claro, de manifestaciones de diversos actores sociales quejándose de aquellos hechos y exigiendo a las autoridades respuesta y acción eficaz. Debemos darnos cuenta de una cosa:

Los delitos y hechos ilegales, en su mayoría, son cometidos por algunos miembros de la sociedad afectada.

Es decir, de las entrañas de la sociedad emergen quienes le generan los males que la aquejan, y es ésta, la que produce los males, la que se queja y exige a la autoridad que actúe, pero cuando la autoridad actúa, se enfrenta ante la desconfianza, la incomprensión, la incapacidad, la falta de recursos, y hasta la oposición de los cercanos a los perpetradores de los delitos, que acusan a la autoridad de abuso, violación de los derechos humanos, inventar delitos, etc. ¡Vaya problema que enfrentan las autoridades! ¿Las autoridades?

NO; ¡VAYA PROBLEMA QUE TIENE LA SOCIEDAD ENTERA!.

No es un problema de la autoridad. Es un problema de todos, porque la paz y la tranquilidad son valores que interesan a todos, y por tanto es responsabilidad de todos y en esa virtud, todos, tenemos que resolverlo; de ahí que planteemos como solución, la urgencia de convocar y alentar a la sociedad a participar.

Lo primero que tenemos que hacer, desde todos los ángulos y sectores, a reconocer que hemos perdido la paz y la armonía, y que las fuerzas del Estado (sin distingos políticos e ideológicos), por más esfuerzos que hagan, no sólo no han podido recuperarla, sino que cada día se ve más débil frente a la criminalidad, que pareciera que se va enseñoreando sobre territorios, municipios, regiones, sectores económicos y niveles de autoridad.

Pero no olvidemos que es mayor el número de ciudadanos que nos dedicamos a trabajar, a estudiar, a enseñar, a crear, a invertir, a generar desarrollo y por tanto somos más los que anhelamos recuperar nuestra vida armónica y ver a nuestras familias convivir en paz y felices, pero ello solo no basta. No podemos esperar a que las autoridades hagan el trabajo. Se requiere que sociedad y gobierno nos unamos en ese propósito.

La participación social desempeña un papel fundamental en la construcción y mantenimiento de la paz en una sociedad.

A través de la participación activa de los ciudadanos en diversos niveles, se pueden abordar problemas, construir relaciones sólidas y crear un sentido de comunidad y pertenencia.

Aquí se explican algunas formas en las que la participación social puede contribuir a lograr la paz:

1. Fomenta la inclusión y la igualdad: La participación social brinda a todas las personas la oportunidad de expresar sus opiniones y preocupaciones, independientemente de su género, etnia, religión u otras características. Esto crea un sentido de inclusión y empoderamiento, lo que a su vez reduce la discriminación y la marginalización.

2. Canaliza las tensiones de manera constructiva: La participación social ofrece un espacio donde las personas pueden canalizar sus preocupaciones y desacuerdos de manera pacífica y constructiva.

En lugar de recurrir a la violencia o la agresión, los individuos pueden discutir sus problemas y trabajar juntos para encontrar soluciones. Jaime Santoyo Castro

3. Promueve la resolución de conflictos: Los procesos participativos permiten a las partes involucradas en un conflicto compartir sus perspectivas y trabajar hacia soluciones mutuamente aceptables. La mediación y el diálogo facilitan la resolución de conflictos de manera pacífica en lugar de recurrir a la confrontación violenta.

4. Fortalece la confianza y la cohesión social: La participación en actividades comunitarias y en la toma de decisiones fortalece los lazos sociales y crea un sentido de cohesión entre los ciudadanos.

Cuando las personas sienten que tienen voz y pueden influir en su entorno, es más probable que confíen en los demás y en las instituciones.

5. Genera un sentido de responsabilidad compartida: La participación activa crea un sentimiento de responsabilidad compartida por el bienestar de la sociedad. Los ciudadanos se convierten en agentes de cambio y se sienten motivados a contribuir al desarrollo y a la paz de sus comunidades.

6. Mejora la transparencia y la rendición de cuentas: Cuando las personas participan en la toma de decisiones y en la vigilancia de las actividades gubernamentales y comunitarias, se promueve la transparencia y la rendición de cuentas. Los líderes son más propensos a actuar de manera responsable si saben que están siendo observados por la sociedad.

7. Reduce la radicalización y la violencia: La participación social proporciona a los jóvenes y a otros grupos vulnerables un medio para involucrarse en actividades positivas y productivas. Esto reduce las posibilidades de ser reclutados por grupos extremistas y disminuye el riesgo de actos violentos.

8. Construye habilidades de resolución de problemas: La participación social impulsa el desarrollo de habilidades como la comunicación efectiva, la negociación y la resolución de problemas. Estas habilidades son esenciales para abordar desafíos de manera constructiva y evitar escaladas violentas.

En resumen, la participación social es un pilar crucial para lograr y mantener la paz en una sociedad. Al dar a las personas la oportunidad de expresarse y colaborar en la toma de decisiones, se crea un ambiente propicio para resolver conflictos, construir relaciones positivas y promover un cambio positivo