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Pandemia de irresponsabilidad

Por José Guillermo P.H.

Es responsabilidad del gobierno marcar la pauta sobre la manera en que debemos enfrentar la pandemia de COVID-19, establecer los lineamientos y reglas a seguir para garantizar la seguridad de los ciudadanos y utilizar sus atribuciones y capacidades legales para hacer cumplir esas disposiciones.

Se sanitizaron las calles y edificios más concurridos de Jerez para disminuir la posibilidad de contagio pero algunos ciudadanos no quieren utilizar un cubrebocas; se suspendieron las actividades que conlleven aglomeraciones como fiestas patronales o la misma Feria de Primavera, pero muchos aprovechan los días de aislamiento para organizar reuniones entre amigos y familiares como si fueran vacaciones e incluso municipios vecinos tuvieron bailes con conocidos artistas a los que sus gobiernos se hicieron de la vista gorda, municipios que dependen de la infraestructura de salud de Jerez pero no quisieron asumir los costos políticos de cancelar una simple fiesta haciendo cumplir las disposiciones federales.

Se llamó a las personas a permanecer en casa pero se observaron familias paseando sin precaución alguna por las calles de Jerez; se pidió la solidaridad de paisanos y transportistas para frenar la movilidad como recomienda la OMS pero hicieron uso de su derecho constitucional al libre tránsito para hacer oídos sordos a los pedidos de la autoridad; se movió el tianguis dominical a las instalaciones de la feria para evitar aglomeraciones pero las personas se olvidaron de la sana distancia yendo familias enteras a realizar las compras y a utilizar la ocasión como paseo, amontonándose en la entrada a platicar saludándose de mano, beso y abrazo como llevando la contraria a toda recomendación de las autoridades sanitarias y al sentido común. Ante esto, la autoridad ya se vió obligada a endurecer las restricciones.

Se suspendieron las actividades en bares pero muchos de manera irresponsable se aglomeraron en las puertas de conocidas licorerías a consumir y hacer fiesta en la vía pública, luego de cerrarlas se fueron a las tienditas a hacer lo mismo lo que obligó al gobierno a declarar ley seca.

Los tres órdenes de gobierno han emprendido campañas informativas, de concientización y difundido distintos protocolos para que los ciudadanos entiendan a lo que nos enfrentamos y cómo actuar ante esta difícil situación. Pero hay quienes dicen que todo es una mentira, afirman que es una conspiración con argumentos igualmente irracionales a los de aquellos que creen que la tierra es plana.

No cabe duda de que esta pandemia ha puesto de manifiesto la peligrosa irresponsabilidad de grandes sectores de la sociedad. Sí, hay muchos que necesitan salir a las calles todos los días para ganarse el sustento como lo hablamos en esta columna hace una semana, pero tristemente también son muchos los que sencillamente carecen de sentido común. ¿Acaso necesitamos de un gobierno autoritario que haga uso de la fuerza para obligarnos a comportarnos como seres racionales?

El Sábado de Gloria cuando había Guardia Nacional, Ejército y Policía Estatal se evitaron las aglomeraciones en la vía pública, pero es imposible forzar a toda la población de esa manera todos los días, cuidando de las personas como si fueran niños que no saben lo que hacen.

Efectivamente es obligación del gobierno incrementar la capacidad del sistema de salud para poder atender a los enfermos, establecer políticas públicas que guíen a la sociedad a través de esta tempestad; pero se necesita de una sociedad civil racional, responsable y solidaria. En Jerez tenemos la mitad de los contagiados de COVID-19 de todo el estado ¿Acaso somos los jerezanos y habitantes de la región los más irresponsables?. Ojalá que no sea así y estas cifras iniciales sean sólo una anomalía estadística que no es poco común cuando un fenómeno como este apenas comienzan a arrojar los primeros números.

El gobierno y el sistema de salud serán responsables de atender a los enfermos, pero los ciudadanos seremos los principales responsables del número de contagios. Por advertencias, llamados, súplicas y recomendaciones no habrá quedado.