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MÉDICOS SIN ALTERNATIVAS

Irene Escobedo López

Los médicos en México se enfrentan a un sinfín de dilemas, por una parte, la imposibilidad de acceder a una especialidad, donde entre las muchas restricciones que existen y que rayan en el favoritismo, los llevan a que menos del 42 por ciento pueda ser médico residente, eso sí en condiciones también adversas sobre todo en aquellas geografías donde la violencia permea y que obligan al futuro especialista a renunciar muchas veces a la “oportunidad” y a optar por su formación (cuando pueden) en el medio privado sin beneficio alguno y con mucha inversión.


En segundo lugar, las restringidas oportunidades de ser becados al extranjero. Ahora la 4T quiere que solamente se especialicen en Cuba, o lo toman o lo dejan. Casi siempre lo dejan también. Y enseguida y no, por último, porque la lista de adversidades podría ocupar páginas, las condiciones de trabajo para médicos generales y de familia que trabajan largas jornadas por salarios raquíticos y hasta sin ellos, algunos solo se ganan las propinas que deja el cliente, terminan también por desalentar una profesión ya por demás cansada, sacrificada y la mayoría también aquí, termina cansándose de los consultorios de farmacia.


Sobre las vacantes del gobierno federal, se la han tenido que jugar sin tener todo claro. Quién, en su sano juicio, cualquier profesionista, técnico o albañil quisiera aceptar un trabajo del que no conozca el sueldo, las condiciones, el lugar y mover vida, familia y profesión a ciegas. Pero esto es lo que hay para los profesionales de la salud que, no obstante los dilemas, siguen de pie y al pie y más sacrificios no les podemos pedir, solamente debemos de tener en cuenta que Ómicron está por darnos pronto noticias y a lo mejor también la viruela de los monos, más todas las enfermedades crónico degenerativas que no queremos superar y allí si nos acordaremos otra vez de que nuestros héroes de bata blanca no viven en el universo de Batman o Superman sino que están en la tierra y están para nosotros.