Por: Jaime Santoyo Castro

En el Foro México y España: Inversión y Cooperación, organizado por el diario El País en la Ciudad de México,  el secretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribreña hace interesantes reflexiones acerca de los retos que el país enfrentará en los próximos 15 años.

Es la visión de un experimentado político, íntegramente comprometido con el combate a los desafíos actuales, que piensa en un país con menos desigualdad y más justo; poniendo atención en la población más vulnerable, a la vez que impulsando el crecimiento económico horizontal.

Expuso que “uno de los retos es cómo nos reencontramos sociedad y gobierno para volver a construir espacios de confianza. Para que no se sienta que hay un ellos y un nosotros en la definición de la construcción del destino del país”.

Nos convoca a reconstruir la brecha entre sociedad y gobierno, y a rescatar la confianza perdida, como se vio en el sismo del 19 de septiembre, en donde hubo un despliegue de solidaridad muy importante y esa misma solidaridad debe trasladarse a los problemas políticos y económicos

Hace hincapié en que la siguiente administración tendrá la tarea de cohesionar a la sociedad mexicana para conseguir la consolidación del Estado de Derecho y la estabilización de las finanzas, a terminar con la indiferencia de sectores de la población en la vida pública, a impulsar el diálogo y la construcción de consensos, que han sido una práctica importante en los últimos 20 años.

Se refirió a las reformas estructurales, que en perspectiva a 15 años, los mexicanos notarán que el camino de estas reformas sirvió para preparar los retos del futuro y subraya que la transformación de la industria energética y la de las telecomunicaciones, así como la reforma del sistema judicial y el refuerzo de las instituciones de transparencia y anticorrupción servirá para sentar las bases de un México más fuerte.

Insiste en reconstruir vínculos de confianza para desaparecer la brecha entre los ciudadanos y la política respecto al TLC, Meade afirma que es una oportunidad para ajustar aquellos campos económicos que han crecido en los últimos 20 años y que no fueron previstos en la primera negociación.