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¡Los mariachis callaron!

Jaime Santoyo Castro

No se me ocurre otro título para definir la actitud callada y ausente de los partidos de oposición ante las circunstancias actuales. De muy joven aprendí que el objetivo de la existencia de los partidos políticos, era ser la voz de los ciudadanos en los reclamos sociales y en las propuestas ciudadanas, dada nuestra vocación democrática, y me acostumbré a ver y a analizar las posturas de la gente de la oposición, que eran muy pocos pero muy valientes y respetables, y también las diversas expresiones que se construían desde adentro del PRI, partido en el que he militado desde siempre.

Era admirable ver luchar y escuchar los reclamos de los pocos de oposición contra los muchos del PRI. Recuerdo en el PAN al inolvidable “Chopas” y a Ramón Medina, en el PPS a don Delfino Huizar Orozco y en Fresnillo al panista Don Carlos Stephano y a Chon Castro en el Partido Comunista. 

En los setentas desde la UAZ surgieron las voces de la disidencia. La Universidad se convirtió en el Crisol de las conciencias juveniles procedentes del interior del Estado que hacía los reclamos de justicia y desarrollo para Zacatecas. Desde ahí, surgieron distintas opciones críticas en contra de las políticas y acciones del Partido gobernante, como el Maestro Jesús Pérez Cuevas, que fue el fundador de la primera organización de izquierda en Zacatecas, Amalia García, Raymundo Cárdenas, Eligio Meza, el maestro Méndez Argueta, Luis Medina, José Luis Ramírez Medina, los Reveles Delijorge, Aquiles González y muchos otros que alzaron la voz  e inspiraron a muchos de los que hoy se mueven en el mundo político de Zacatecas ante el atraso e injusticias.

En el propio PRI había voces disidentes desde las organizaciones Juveniles campesinas como Ricardo Monreal y el que esto escribe desde el Movimiento Juvenil Revolucionario. Había diversas voces, unas de un modo y otras de otro, pero se escuchaban opiniones y posiciones, y esto enriquecía la vida política de Zacatecas.

Hoy los partidos de oposición y las organizaciones civiles se han quedado mudos; como si viviéramos en un mundo feliz. Carecen de presencia y legitimidad entre la ciudadanía y eso es preocupante, porque la población necesita de los Partidos para desarrollar su conciencia política, como impulsores del cambio con dirección ascendente, pacífico y legal; con proyecto democrático, popular, nacionalista, progresista, alternativo al modelo económico neoliberal vigente en nuestro país.

Desde la oposición no se escuchan reclamos, ni exigencias, ni definiciones, ni expresión de ideas. Hay indiferencia ante los problemas de inseguridad, de salud, de pobreza, de temor y falta de empleo. La sociedad no encuentra interlocutores, y los únicos que hay, que son los periodistas, están siendo masacrados. Una sociedad democrática necesita la voz de sus miembros para saber hacia dónde va.