En Zacatecas un estudiante invierte en su manutención alrededor de 4 mil pesos mensuales, un costo oneroso pero que está entre los más bajos del país

Irene Escobedo López

El próximo 29 de agosto se reincorporan de lleno a la escuela, estudiantes de todos los niveles educativos. Por primera vez después de dos años, se retoman las clases presenciales, se regresa a clases, pero no retornan todos.

La OCDE estima que México es uno de los países con más altos niveles de deserción post pandemia. En un momento de gran dificultad económica, el costo de ser estudiante pesa más que nunca sobre la población.

Se estima que como consecuencia de la pandemia, la falta de dinero y la necesidad de un trabajo, el 23 por ciento de los estudiantes abandonaron la escuela determinó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Falta de empleo, bajos ingresos y el costo desproporcionado en transporte, comida y alojamiento han sido los motivos que colocan al país como uno de los principales donde se han cerrado las puertas de las escuelas de manera definitiva a cientos de estudiantes de escasos recursos, pues casi 1.5 millones abandonaron las escuelas públicas, 243 mil desertaron de las instituciones privadas en el último ciclo escolar. Ya en 2021, se podía advertir el difícil panorama que para la educación se avecinaba.

El año pasado la deserción escolar afectó a 5 millones de estudiantes en México los que no regresaron a las aulas, alertó la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020. Más de la mitad de los estudiantes desertores se fueron por causa de la pandemia, el resto 2.3 millones lo hizo por motivos económicos determinaron los resultados de la medición.

El panorama de la educación en Zacatecas no es muy distinto al que se advierte a nivel nacional y aunque en la Universidad Autónoma de Zacatecas reportó que este ciclo escolar registró una matrícula de más de 47 mil estudiantes, 13 por ciento más que el ciclo escollar anterior y 47 por ciento más que en 2020, las condiciones económicas siguen siendo adversas para el estudiantado.

Un estudiante foráneo de licenciatura en escuelas públicas del estado invierte alrededor de 4 mil pesos mensuales en gastos de transporte, hospedaje y alimentación, un costo oneroso para una entidad donde la pobreza afecta al 49 por ciento de la población pero que sin embargo resulta ser de las menos costosas del país para el estudiantado.

En Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro Tijuana y Puebla los gastos mensuales para un estudiante pueden superar los 7 mil pesos mensuales, considerando únicamente su manutención y no los gastos escolares, estima el sitio Dataroom. Acceder a la educación, continúa siendo un desafío para muchos jóvenes.

Acudir a la universidad es una aspiración que no todos concretan. Se estima que en México solo el 17 por ciento de las personas de entre 25 y 64 años logran cursar una licenciatura, esto debido a los altos costos que representa y la necesidad de un trabajo.

Respecto a los estudiantes que acudían con regularidad a la escuela antes de la pandemia, la encuesta de medición establece que el 26 por ciento no se reinscribió en 2020 por la dificultad de tomar clases a distancia, 25 por ciento abandonaron la escuela debido a que sus padres perdieron el empleo y 21 por ciento no contaba con equipo de cómputo.

Acceder a la educación continúa siendo un desafío para muchos jóvenes. Motivados por la escasez económica y por la necesidad de trabajar, sin embargo, la matrícula de la Máxima Casa de Estudios ha logrado mantenerse al alza y en carreras como medicina tener una importante demanda.

El coordinador del Área de Ciencias de la Salud de la UAZ, Juan Armando Flores de la Torre informó que durante el ciclo escolar agosto-diciembre 2022, el Área de Ciencias de la Salud recibió un total aproximado de 9 mil 900 estudiantes en sus nueve programas de licenciatura y cuatro posgrados.

Los aspirantes a médico general fueron mil 800 y se aceptaron 220. Para los estudiantes de ciencias de la salud, sobre todo para aquellos de nuevo ingreso, además de los gastos de manutención y pago de cuotas se suma la adquisición de libros que tienen un costo de entre 1300 a 1700 pesos cada uno, estuche de disección de 20 piezas en por lo menos 490 pesos, cubrebocas KN95, cada uno 30 pesos, guantes de látex para examinación con un costo de más de 800 pesos por caja y bata bordada que se adquiere a partir de los 600 pesos.

En apoyo a sus estudiantes, la Universidad, informó que ha otorgado este ciclo escolar mil 87 apoyos, 354 becas de hospedaje y alimentación (251 nuevas becas y 103 becas de renovación) y 733 de apoyo alimentario (474 nuevos becarios y 259 becarios renovados), un apoyo que aunque importante, beneficia apenas al 2 por ciento de los alumnos.

Es importante mencionar que todos los estudiantes de la UAZ tienen la opción de utilizar los servicios de comedor de la institución a un costo de 20 pesos por servicio. Sirve en promedio 170 mil dietas mensuales en sus comedores, una inversión que supera los 2 millones de pesos. Los estudiantes con beca completa de alimentos reciben tres comidas al día.

El apoyo está condicionado a estar inscritos en alguna unidad académica y tener promedio mínimo de 8. Para el resto de la comunidad escolar, de instituciones diversas a la UAZ, los costos por alimentación en la capital del estado pueden superar los 2 mil pesos y el hospedaje alcanzar la misma cantidad en espacios compartidos, esto sin considerar los gastos de transporte y cuotas escolares.