– A solo unos días de Semana Santa falta todavía un 25 por ciento de los trabajos o un poco más

Desde que se iniciaron los trabajos de remodelación del Boulevard Suave Patria, principal acceso a la ciudad, surgieron las inconformidades principalmente de comerciantes del área y luego se sumaron habitantes de Jerez en general, que han externado su opinión sobre el mal trabajo que realiza la constructora encargada de la obra, ya que existen tramos de la misma muy disparejos y al transitar por ellos pareciera que hay la intención de que al automovilista disminuya la velocidad porque se siente el nuevo piso como un extenso vibrador, lo cual es más intenso en áreas como la de frente al Seguro Social, entre otras.

Cuando se iniciaban los trabajos un grupo de comerciantes y vecinos del boulevard sostuvieron pláticas con el director de Obras Públicas ante la presencia de un representante del contratista –por cierto de Tlaltenango-, señalando que la obra costaría un poco más de 20 millones, sin especificar qué tanto más, se asignó por invitación a dicha constructora foránea porque no hubo en Jerez quien tuviera la capacidad y solvencia económica para asumir el compromiso, según palabras del arquitecto José Angel Flores, director de Obras Públicas, a quien se le cuestionó que si el Grupo Constructor Plata, del que está al frente un ingeniero jerezano tampoco tendría dicha capacidad y solvencia requerida que pedían, a lo que contestó: “bueno, es que ellos no, porque son de otro partido”.

La inconformidad que han manifestado constructores jerezanos y ahora también vecinos del boulevard ha sido causada por la manera en que se están asignando obras millonarias con muchos recursos, que José Viramontes ha gestionado que sin duda han beneficiado a diversos sectores de la población, pero la crítica ha ido creciendo por el mayor beneficio a gente de fuera y por supuesto el buen negocio que funcionarios de la presente administración están logrando al valerse de los amigos, familiares, compadres o paisanos para llevarse una jugosa ganancia extra por dichas contrataciones o compras que con dinero del pueblo se llevan a cabo.