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KAY PÉREZ, UN JEREZANO QUE A TRAVÉS DE LA MÚSICA LE HA DADO LA VUELTA AL MUNDO

Por Ricardo Evodio Cabral Vera

El año de 1997 aprovechando su presencia en Jerez para asesorar a la entonces naciente banda municipal Candelario Huízar tuvimos la oportunidad de charlar, con el maestro Kay Pérez Vega, quien, disfrutando una breve estancia, caminaba por las calles de su tierra; con su sencillez característica, ahí en la esquina del Santuario de la Soledad, se detuvo para atender al reportero.

En esa ocasión cuestionábamos sobre el homenaje que su tierra Jerez le quedaba a deber por su destacada trayectoria y con firmeza respondió “los homenajes no se exigen, si creen que lo merezco, algún día lo harán…” Hoy 22 años después el maestro recibe la condecoración Candelario Huízar un premio sumamente merecido.

Esta es la entrevista que, en ese tiempo, marzo de 1997, concedió para las páginas de nuestra publicación hermana Primavera, la revista de la feria.

La sencillez salta a la vista en cada uno de sus conceptos y nos hace ver que gracias a la música, Kay Pérez ha dado la vuelta al mundo y en su andar cotidiano, se ha codeado con los mejores artistas de México e incluso a nivel mundial además de tener en su haber importantes premios de concursos internacionales. Todo parece indicar que con sus 57 años de carrera, la fama no se le ha subido a la cabeza.

Luego de una charla con el alcalde en la Ciudad de México en ocasión de la fiesta del zacatecano en Chapultepec a la que Kay va tradicionalmente como un jerezano más, el arreglista profesional no dudó en respaldar el proyecto de echar andar una banda en nuestro municipio y actualmente participa como asesor, además de proporcionar arreglos.

En una de las rápidas visitas que acostumbra a hacer a su tierra natal, para supervisar el avance de la agrupación que dirige Mario Acevedo, logramos sostener una interesante plática en la que nos narra, a grandes rasgos, lo que ha sido su larga trayectoria musical.

 Cayetano Pérez Vega como es su nombre de pila, nació en esta ciudad de Jerez el 22 de enero de 1930 y apenas a los 7 años, impulsado por su padre Don Jesús Pérez, que fue director de la típica, comenzó a estudiar violín, guitarra y bajo.

A los 10, ya habiendo tomado la decisión de abandonar la escuela, se dedicó de lleno al trabajo en la talabartería de la familia y al mismo tiempo ser parte de la típica jerezana.

Contaba apenas con 15 años cuando sintió por primera vez la necesidad de no quedarse estancado en sus conocimientos y decidió trasladarse a la capital del estado, siendo gracias a las habilidades que ya mostraba como saxofonista que fue aceptado en una de las mejores orquestas de la República.

Justo a la mitad del siglo la situación económica se tornó difícil; esto y la inquietud de superación motivaron que muy joven, Kay Pérez aceptara la invitación de un amigo suyo integrante de la orquesta de Zacatecas, de ir a probar fortuna en la Ciudad de México; “me fui a la aventura, con mi esposa, una hija, recién nacida, un quimil de garras y a entrarle”.

En 1951 arribó a la gran urbe con todos los problemas que ello implica, desde conocer, adaptarse instalarse y sobre todo sobrevivir, lo cual logró gracias a la música, pues asegura que había mucho trabajo.

La oportunidad –dice–, se la buscaba uno mismo y relata que existían unos billares a los que concurrían los músicos, lo que le servía para irse relacionando al grado que nunca faltaban las invitaciones para integrarse a trabajar en uno y otro lado.

Sólo dos años habían transcurrido de su llegada a la capital cuando ya se hallaba tocando en una orquesta de primera, como fue la de Larrison y de ahí vino una larga lista, prácticamente todas las del momento pues tocó con Luis Arcaraz, que estaba catalogada como la cuarta orquesta del mundo; también estuvo con Juan García Esquivel con Pérez Prado con Pablo Beltrán Ruiz, Ismael Díaz, Chico O’Farril y otros más, ocupando gracias a su prestigio puros primeros atriles.

La preparación es básica

Llevando la música prácticamente de cuna, Kay Pérez supo siempre que la preparación es básica para superarse y sobresalir. Aquí en Jerez tuvo maestros como Juan Orozco y Jesús de la Torre directores de la Banda municipal y en Zacatecas con el maestro Benítez.

Al llegar a México ingresó a la escuela libre de música obteniendo óptimas calificaciones; “pero yo que hacía con puros dieces, si lo que quería era pronto ser arreglista, porque ya llevaba armonía y todo”. A los seis meses abandonó la escuela y comenzó a prepararse con maestros particulares como Cuco Valtierra, un saxofonista de Luis Arcaraz, Chico O’Farril y Juan García Esquivel, sus directores de orquesta, a quienes estaba constantemente preguntando y aplicando lo que le enseñaban.

“En realidad, si estás preguntando estás estudiando y hasta mis tareas y todo me dejaban, nada más que no es la escuela, porque tú sabes que muchas de este tipo de instituciones son negocio, lo que yo podía aprender en un mes lo enseñaban en seis, por eso mejor me dediqué a preguntar y en medio año ya era arreglista”.

Kay Pérez escribe prácticamente todos los géneros de música, mariachi, tropical, balada, hasta orquesta sinfónica o para cuerdas y lo que se requiera. Ha sido arreglista de artistas de la talla de José José, los Hermanos Castro, Johny Dínamo, Toña la negra, Ana María González, Amparo Montes y los hermanos Carreón por mencionar algunos mexicanos y extranjeros como Ella Fisherand, Los Platters, Yackie Wilson entre otros.

En 1960 formó su propia orquesta y dos años después obtuvo el segundo lugar a nivel mundial como jazzista, siendo superado por un estadounidense de color. En 1968 se ubicó en Puerto Rico en el sexto lugar del mundo como arreglista.

En un cabaret en la Ciudad de México, tuvo el privilegio de compartir escenario, en un mano a mano con el prestigiado jazzista Stan Getz.

Con Evangelina Elizondo conformó también una orquesta participando en varias películas y es justo ahí que le dio la vuelta al mundo con su música como arreglista.

La Banda de Kay Pérez

Como director, nuestro entrevistado cuenta con varias sinfonías y de hecho, este año piensa estrenar una obra grande, al cumplir 15 años de fundación de la banda de la delegación Venustiano Carranza, conocida como la banda de Kay Pérez, con la que ha obtenido cuatro primeros lugares sobre todas las bandas del Distrito Federal.

Debido a sus arreglos musicales y su labor con su orquesta, de 1960 a 1970 recibió felicitaciones en Nueva York y Europa y estuvo a punto de irse a la ciudad de los rascacielos precisamente con Chico O’Farril, pero ya había firmado con el departamento central para hacerse cargo de la banda que dirige ahora, aparte de manejar la carrera de sus hijos los gemelos JJ, artistas que tienen un espectáculo en el que cantan, cuentan chistes, bailan jazz y tap… “no me fui a Nueva York pero he logrado muchas cosas aquí, Dios sabe por qué hace las cosas.”

Su banda tiene la particularidad de tocar música de jazz, porque los arreglos son de él mismo y sus hijos los gemelos; con ella han estado en el Palacio de Bellas Artes y anuncia que hará lo posible por traerla para que la conozcan sus paisanos.

Jerez debe tener su propia banda

Indudablemente que Jerez es cuna de grandes músicos, mismos que han tenido que dejar su patria chica para sobresalir, como el caso de  Kay Pérez, quien recuerda entre sus contemporáneos a José Guerrero, de familia de músicos entre los que se hallaban también Clemente Guerrero, Vicente, Jesús y otro también llamado Vicente al que conocían como Vicentillo.

Viene a su memoria igualmente Tomás Casas, un trompetista que se llevó Luis Arcaraz y su hermano Francisco Pérez, que tiene su orquesta en Guadalajara; esos entre muchos otros de su época, mas los que han ido surgiendo posteriormente, que ya convierten la cifra en cientos.

No creo que sea justo –señala–, que con estos antecedentes Jerez no cuente con una banda municipal y ya que han decidido, hay que impulsarla y apoyarla yo fui miembro también de la Banda municipal con don Juan Orozco.

Es entonces cuando hablo de su plática con el presidente Arturo Villarreal, el segundo domingo de julio en la Ciudad de México durante la convivencia de Zacatecas en Chapultepec, donde el edil le externó su inquietud de formar una banda dándole de inmediato una respuesta, por tratarse de su tierra natal.

“Yo sólo estoy tratando de asesorarlos para que las cosas salgan bien y les traigo arreglos que poco a poco van a ir subiendo de color en cuanto la banda agarre más macicez”.

Expresó su deseo de que sea una agrupación que toque jazz y tenga un sello propio; “oyes bandas y todas suenan igual; lo que hace ver una banda distinta son los arreglos, por eso me atrevo a decir que lo que esté en mis manos lo voy a lograr, por arreglos especiales no va a quedar. Esto que les estamos trayendo es para que vayan empezando, ya les voy a traer algo un poco más difícil”.

Considera, por el tiempo, que la banda municipal va muy bien y para su modo de ver tocó pronto, “por citarte alguna la de Guadalupe tiene 15 años y bueno cada quien. Esta va aprisa y qué bueno que le meten ganas porque, más que nada, el músico debe de tener gusto a la hora de llegar ahí, olvidarse de cuánto le van a pagar o si le van a pagar o no.

Los gemelos JJ

Sus hijos los gemelos JJ estuvieron a punto de consagrarse en el difícil ambiente artístico, recuerda que tuvieron una época muy buena en televisión pero dice, “lo que pasa es que la vida del artista en México tiene altas y bajas, de repente se está arriba y de pronto abajo aseguran que una de las cosas por las que no se da el estirón bien, es por políticas pero no porque les falta talento; sus hijos –afirma–, lo tienen en lo musical y como cantantes, pero así es el mundo de los artistas, desaparecen y de pronto están otra vez.

Jerez no me trae nostalgia, me trae alegría

¿Le provoca alguna nostalgia recordar su niñez en Jerez?

Bueno yo quiero a Jerez y la prueba está en que vengo desde allá, con tal de que tengan una banda; no me trae nostalgia me trae alegría porque aquí transcurrió mi juventud, como niño; seguramente que en más de una vez debí ponerme nostálgico pero gracias a Dios todo ha sido bien y a Jerez lo recuerdo con mucho gusto, pues es mi tierra.

Aquí está mi hermano Juan mi hermana Chelo está mi familia, inclusive me proponían darme hotel y un restaurante para comer, pero me hubiera sentido mal con mi tierra y con mis familiares porque tengo a dónde llegar y tengo dónde comer.

No me gustó la idea, hay que seguir siendo de Jerez y como uno es, mi ideal es no cambiar nunca, seguir siendo el mismo.

¿Volverá para radicar de manera definitiva?

Creo que no, porque en México fueron 10 hijos, la que llevaba yo iba de 40 días, hay además 20 nietos y tres bisnietos, o sea que ya es una rama muy grande. Pero al vivir en México, queriendo, estamos a ocho horas y en avión más rápido, aunque prefiero mejor cómo lo hago, me subo al camión, me duermo y amanezco en Jerez, por ejemplo, anoche me vine y al ratito me regreso porque tengo un compromiso allá mañana.

Los homenajes no se exigen

¿No cree usted que su tierra le deba un homenaje?

En cuestión de homenajes, en México me han hecho algunos; yo creo que cuando uno merece pues se lo harán pero no, no pienso que me daban nada es que el artista no está para exigir, sí para recibir todo lo que le den. No creo yo que merezca un homenaje pero si algún día me lo hacen, será porque creen que me lo merezco.

Kay Pérez es un músico entregado de lleno a su profesión que le ha dado de comer a él y a su familia, desde los 10 años. A pesar de haber tocado la cumbre del éxito, su sencillez es manifiesta y prueba de ello el impulso que está dando a una banda municipal de la Tierra qué dejó siendo muy joven y que sin embargo no olvida.

El proyecto más que dejarle algo, más bien le está costando esfuerzo y trabajo, además de regalar sus arreglos que deben ser costosísimos por el prestigio.

Kay Pérez merece todo nuestro reconocimiento y no uno, sino varios homenajes por esos 57 años de carrera iniciada aquí, como probablemente está iniciando la de alguno de los 40 jóvenes que componen la banda municipal, que requieren de un gran apoyo para salir adelante y a los que el maestro Pérez Vega recomienda preparación y disciplina para alcanzar el éxito y pensar ,por qué no, en un tiempo futuro, se hable de ellos posiblemente, como ahora con orgullo podemos hablar de un jerezano sobresaliente, el músico Kay Pérez, que gracias a su constante trabajo, se mantiene vigente en un ambiente donde la sobrevivencia es algo sumamente difícil.