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Justicia en los bueyes de mi compadre

Jaime Santoyo Castro

Ya no causan sorpresa las ocurrencias de algunos distinguidos miembros del partido que gobierna al pais, pero no por ello dejan de generar molestia, incomodidad y repulsa, sobre todo porque, lejos de pensar en soluciones reales, responsables, y sustentables para abatir la pobreza de los mexicanos, la tentación de quedar bien se hace presente y aparece el tan socorrido populismo.

El Ex Presidente del Senado Martí Batres, de Morena, acaba de proponer una adición al Artículo 4º de la Constitución Federal para consagrar lo que él denomina “Ingreso Básico Universal” , que implica que cada ciudadano reciba del Gobierno una transferencia monetaria, para disminuir la pobreza.

Tal parece que Batres, como muchos otros, piensan que los mexicanos somos tontos y que vamos a creer en que su buena voluntad, su bonhomía y su aspiración de dar justicia a los pobres, motivación de la que yo no dudaría si estuviera sustentada en la aportación de él, de su grupo parlamentario, o quizá de todas las fracciones parlamentarias, o proponiendo una disminución de sus ingresos para darles ese destino, pero claro que no.

Se trata de dar; de repartir lo que no es suyo, y que no genera desarrollo ni riqueza; de dar hoy todo lo que hay en la canasta aunque no quede nada para mañana, desobligando al Estado de su función de propiciar el desarrollo nacional con solidez, dinamismo, competitividad, permanencia y equidad al crecimiento de la economía, como lo establece el articulo 26 Constitucional.

¡¡Es una típica conducta de saludar con sombrero ajeno!!

Se advierte su ansia de obtener popularidad y votos con tal engañifa, pues sólo hay que observar que su iniciativa está destinada a los “ciudadanos”, no a los “mexicanos”. Los ciudadanos, son los mayores de 18 años, en tanto que los mexicanos somos los menores y los mayores de edad. Los ciudadanos votan, los menores no, pero la pobreza abarca a unos y a otros, con mayor énfasis en los menores, que no están aún capacitados para trabajar y recibir ingresos propios. Pareciera que se pretende establecer un instrumento legal para condenar a la pobreza extrema a los que no votan, y darle, como a las palomas, maíz a los que sí votan. Unos por no votar que se mueran de hambre y otros que reciban una limosna a cambio de su voto. Asistencialismo puro, pero dirigido a los votantes. ¡¡Justicia selectiva!!

Fotografía: Archivo Cuartoscuro