• Se estuvo quitando la hierba, pero mucha la dejaron amontonada.

El Museo–Panteón de Dolores ha experimentado importantes cambios en su fisonomía, sobre todo en pisos donde se ha colocado adoquín o loza de piedra que facilita más los recorridos o visitas guiadas que se han hecho con mayor frecuencia, luego de dichos arreglos.

También durante las semanas recientes se estuvieron llevando a cabo labores de limpieza, tanto en el de Dolores, como en los otros panteones, preparándose para los días  primero y dos de noviembre, fechas en que tradicionalmente crece de manera significativa la afluencia de visitantes a los camposantos.

Pudimos observar que mucha hierba fue cortada, pero no toda se retiró, amontonándola en varios puntos, entre las tumbas, incluso en algunos de los mausoleos del Panteón de Dolores ni siquiera se arrancó, siendo los monumentos arquitectónicos que más admira el visitante.

Debe reconocerse que se estuvo trabajando bien en dichas labores, pero finalmente faltó la supervisión más a fondo para cuidar estos detalles, tal vez por parte de los encargados de limpia en servicios públicos, parques y jardines, además del regidor comisionado a panteones, que tienen que ver con patrimonio histórico e imagen.

Por otra parte, varias personas nos reportaron que algunos puntos del panteón de Dolores existen panales que pudieran ser riesgosos, solicitándole a elementos de Protección Civil su intervención para retirarlos.