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IMSS A TRABAJADORAS DEL HOGAR: ¿DEDUCIBLE?

Jaime Santoyo Castro

¡Por fin se hace Justicia! Se ha dicho pomposamente al iniciar el programa piloto orientado a hacer obligatoria la inscripción al régimen obligatorio del Seguro Social, a las trabajadoras y/ trabajadores del hogar, con lo cual tendrán derecho a los seguros de enfermedad y maternidad, riesgos de trabajo, invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y guarderías.

¡Es cierto! El trabajo en los hogares debe ser jurídicamente considerado sin distingos de cualquier otro empleo, pero si hablamos de justicia, esta magnífica propuesta no debe dar cauce a otra injusticia: Me refiero a la inequidad tributaría, porque el proyecto no contempla que quien pague salarios y aporte cuotas al IMSS e INFONAVIT por estas trabajadoras lo deduzca de sus impuestos, como sí sucede en los casos de los empleadores en general.

El requisito esencial para que los contribuyentes deduzcan gastos, es que sean indispensables, y si alguien necesita tener empleados para generar riqueza, el gasto que se derive de la relación laboral se deduce de los ingresos para dejar que solo las utilidades netas sean objeto de impuesto. Esto solo lo pueden hacer las personas morales, o las personas físicas con actividades empresariales, pero no las personas físicas cuyos únicos ingresos son sueldos y salarios y son muchos los casos.

Muchas mujeres salen de su hogar a trabajar como empleadas de gobierno, o en oficinas y negocios particulares, en ocasiones con ingresos muy bajos, pero para poder hacerlo deben pagar a alguien que realice las labores del hogar, lo que reduce sus posibilidades económicas, y les hace incosteable su esfuerzo, y eso se va a ver agravado cuando además del salario deban pagar las cuotas al IMSS, sin poder deducir estos gastos, como si lo hacen otros contribuyentes, de manera que en efecto, se va a hacer justicia a las trabajadoras del hogar, pero se va a acrecentar la injusticia al grupo de mujeres y hombres que no pueden deducir estos gastos.

Debemos tener cuidado, para no desalentar los deseos de un sector de la población por crecer. A este grupo hay que darle incentivos fiscales, y es momento para que también se puedan hacer deducible estos gastos, y otros, como la gasolina y gastos de mantenimiento de sus automóviles.

Por ello creo que en este programa piloto deben incorporarse medidas que atajen esta gran injusticia e inequidad tributaria.