Sarabia es una de las más afectadas entre otras rancherías de la sierra

Nuevamente Zacatecas atrae la atención de medios de comunicación de cobertura nacional y noticieros televisivos retratan la triste realidad que se vive en nuestra tierra y ahora no solamente se relata la tragedia que invade a municipios como Fresnillo, Guadalupe, Zacatecas o Valparaíso; en esta ocasión se incluye a Jerez ya que desafortunadamente no estamos ajenos a los hechos delictivos y no solamente en lo relacionado a los llamados “ajustes de cuentas” y enfrentamientos de cárteles en su disputa territorial, ahora y desde hace varios meses integrantes de grupos delictivos han estado asolando comunidades jerezanas como Sarabia, muy cercana a los límites con Valparaíso y otras también en las cercanías con el municipio de Fresnillo, al grado que las familias se ven obligadas a abandonar sus casas y pertenencias ante la amenaza de ser secuestradas, como ha sucedido ya con varias personas, principalmente hombres jóvenes que se han llevado sin que sus familias vuelvan a saber de ellos.

En el noticiero de Ciro Gómez Leyva en Imagen Televisión se difundieron escenas desoladoras de calles desiertas y viviendas abandonadas, testimonios de personas resignadas a vivir así, recordando con nostalgia tiempos en que las familias y visitantes de comunidades vecinas se reunían en festividades cotidianas a las que acudían también los paisanos que con alegría regresaban a su tierra.

Esto ya no sucede y ahora Sarabia y otras rancherías de la zona parecen pueblos fantasmas y lo peor de todo el problema es que no confían en las autoridades, ya que se han dado casos en que algunas personas denuncian los atropellos que sufren y luego los delincuentes llegan por ellos y se los llevan; por lógica deducen que hay cierta complicidad con las corporaciones policiacas.

La situación que se vive en comunidades jerezanas se da en otras regiones de Zacatecas y antes nos enterábamos del abandono que ocurría en entidades como Tamaulipas, Chihuahua, Michoacán o en estados en el sureste del país donde pueblos completos emigran ante el temor de ser víctimas de la delincuencia, lo cual lamentamos siempre pero que veíamos como algo muy lejano a nosotros, sin embargo hoy nos toca vivirlo de cerca y de momento pareciera que no existe esperanza alguna de que esto cambie.