Después de dos semanas de intenso calor que han dejado más de 100 víctimas en todo el país, finalmente podemos disfrutar de cielos nublados y lluvias. Sin embargo, especialistas en el tema advierten que una cuarta ola de calor se acerca, lo que nos obliga a estar preparados y tomar las precauciones necesarias.

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México definen las olas de calor como períodos de tres o más días con temperaturas superiores a los 30 grados y una temperatura media mayor a 24 grados en el caso de la Ciudad de México. Sin embargo, en otras entidades del país, las temperaturas pueden ser mucho más altas. Tal fue el caso de la ciudad de Hermosillo, que recientemente registró temperaturas de hasta 50 grados, convirtiéndose en el lugar más caliente de la Tierra.

Durante una conferencia de prensa, los científicos Graciela Binimelis de Raga, Benjamín Martínez López y Víctor Manuel Torres Puente comentaron que las olas de calor se están volviendo cada vez más frecuentes. Según sus investigaciones, desde 1880 hasta 2005, los meses con mayor incidencia de olas de calor son abril y mayo, seguidos por marzo y junio con menor frecuencia.

«En la mayoría de los casos, estas olas duran de tres a seis días, pero solo en cinco ocasiones se han registrado olas que han durado más de 10 días», comentaron los expertos.

Graciela Binimelis de Raga destacó que la frecuencia de estas olas ha aumentado década tras década, y uno de los factores que influyen en esto es la baja humedad en el suelo. «Gran parte del territorio nacional está experimentando sequía severa y extrema», advirtió.

La experta también mencionó que algunos estudios han mostrado que las olas de calor más prolongadas suelen ocurrir después de los eventos conocidos como El Niño. «Existe la posibilidad de que se desarrolle un Niño durante este año, por lo que debemos tomar precauciones ante las olas de calor que podrían ocurrir en la próxima primavera», agregó.

Por su parte, Víctor Manuel Torres Puente, especialista en meteorología tropical, explicó que otro factor que propicia las olas de calor es la presencia de la fase no-convectiva de la oscilación Madden-Julian. Esta es una onda tropical que se origina en el Océano Índico y se desplaza hacia el este. Su presencia puede inhibir el desarrollo de nubes y precipitaciones, lo que contribuye al aumento de las temperaturas.

Según los investigadores, se prevé que una cuarta ola de calor pueda presentarse a partir del 1 de julio y tendría una duración estimada de 3 a 10 días.

Las consecuencias de las olas de calor no solo afectan a la salud humana, sino también al planeta en general. Los impactos en la salud incluyen deshidratación y golpes de calor, que pueden ser mortales, especialmente para los más vulnerables como infantes y adultos mayores.

En el ámbito económico, las altas temperaturas afectan la agricultura, ocasionando daños en los cultivos recién germinados. Además, se han registrado incendios forestales generalizados que son considerados atípicos para esta época del año. «Mayo ha sido el mes con mayor número de estos incidentes, y aunque en junio disminuyen, en la actualidad estamos presenciando más incendios debido a los períodos prolongados sin lluvia. Es una situación anómala», añadió un experto.

Ante esta situación, es crucial que la población tome medidas preventivas, como mantenerse hidratados, evitar la exposición al sol durante las horas más calurosas del día, buscar lugares frescos y protegerse adecuadamente. Asimismo, se debe estar atentos a los avisos y recomendaciones de las autoridades competentes para enfrentar esta cuarta ola de calor de manera segura y minimizar sus impactos.